Don Quijote De La Mancha (Análisis De Una Obra Del Renacimiento)

DON QUIJOTE DE LA MANCHA

Una obra de Miguel de Cervantes Saavedra tan relevante y representativa como “El Quijote de la Mancha”, es una de tantas obras en las que podemos notar y analizar las características lingüísticas y el contexto social Renacentista. Se dice que esta obra se trata sobre un alter-ego del propio Cervantes. Durante la trama de la historia podemos observar y analizar fácilmente el contexto social. Don Quijote y su acompañante Sancho Panza son dos de los personajes principales, por sus peculiares cualidades y su mismo pensamiento e ideales claramente influenciados por las ideas ilustradas. En algunos momentos de la obra también podemos apreciar elementos culturales hallados en sus costumbres. A sí mismo la obra nos permite encontrar también algunas descripciones del paisaje.

El tema de la obra gira en torno a si es posible encontrar un ideal en lo real. Lo cual se interpreta como la libertad humana. El ideal de amor es algo muy distinto al que solemos acostumbrarnos. La pareja principal (Don Quijote y Dulcinea) no llega a darse, es por eso que aparecen diferentes historias de amor (mayormente entre parejas jóvenes). También existe el ideal político como el gobierno de Sancho en la ínsula Baratari y el ideal de la justicia en las aventuras de Andresillo.

Miguel de Cervantes Saavedra vivía en una época en la que España pasa de haber tenido numerosos triunfos militares a la decadencia total. Aunque aún se tiene la fuente de ingresos por la conquista en América, España tiene enemigos en Europa, especialmente Inglaterra y Francia, que cada vez se hacían más poderosos. España se convierte en la defensora del catolicismo frente a los protestantes, y se enfrenta a la amenaza de los turcos en el Mediterráneo (1571), Cervantes participó precisamente en una escena de ese conflicto: la batalla de Lepanto, algo de lo que siempre se enorgulleció. Pero esa victoria fue opacada por el desastre de la Armada Invencible, en 1588, que se considera el inicio de la decadencia de España como gran potencia.

La sociedad se dividía, en tres clases diferenciadas.

En la punta de la pirámide se encuentra a la nobleza, como los grandes nobles o los hidalgos, como lo era Don Quijote; ellos que viven de sus rentas y consideran vergonzoso trabajar con sus manos.

Después se encuentran los eclesiásticos, que se encargan de la educación y del control del pensamiento, la expresión y la libertad por medio de la Inquisición.

Por último, los plebeyos, cargados de impuestos y muchas veces empujados a la pobreza y a la delincuencia. Por lo tanto era una sociedad en crisis.

A pesar de todo, la literatura y el arte fueron incomparables durante los llamados Siglos de Oro. Cervantes conoció muy bien el Renacimiento durante su estancia en Italia, y siempre fue fiel a su ideal de búsqueda de la belleza a través de la armonía y la sencillez. Pero poco a poco la

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