Don Quijote De La Mancha
Enviado por sitopima545 • 10 de Julio de 2013 • 1.930 Palabras (8 Páginas) • 564 Visitas
DON QUIJOTE DE LA MANCHA(1)
Introducción
Para el siguiente trabajo se tomó en cuenta el capítulo III “Representar” de Michael Faucault (2), y el capítulo III “La segunda derrota de caballería” de Hauser Arnold (3).
Con este marco teórico se desarrollará la siguiente hipótesis: en la obra “Don Quijote de la Mancha”, los” ideales quijotescos” son utilizados para hacer una crítica social a la Edad Media y al Renacimiento.
En palabras de Ferrer Santos: “La cosmovisión nominalmente designa una cierta visión de conjunto relativa al mundo en que actúa el hombre y compuesta por una serie de convicciones que permiten en alguna medida orientarse en él” (4).
El sistema de pensamiento predominante en la Edad Media (siglo V-XV) fue el Teocentrismo: Dios es el centro de todo, él es el creador y quien ordena el Universo.
Se aceptaba la teoría de Tolomeo (siglo II, fue un astrónomo, astrólogo, químico, geógrafo y matemático greco-egipcio): la Tierra era el centro del Universo; en torno a ella giraban la luna, el sol y demás astros y era la voluntad divina quien los regía.
El hombre debía sumisión a Dios. El orden social y el moral coincidían en tanto que en ambos había un Señor feudal (a cambio de las tierras o derechos que recibían, los señores feudales debían fidelidad al rey) y un Vasallo (persona que se ponía al servicio de un señor feudal, el cual la protegía a cambio de unos determinados servicios). El rey y el Señor Feudal, tenían a su mando caballeros (hombres de noble cuna), quienes a sus órdenes salían a defender sus tierras y a imponer el orden.
Los siglos XVI y XVII son denominados “Siglos de Oro” españoles. En el XVI, bajo la influencia de Italia, comienzan a surgir corrientes de pensamiento encaminadas a cambiar el pensamiento medieval, intentando modificar la manera de dar explicación a todas las cosas, ya no desde el punto de vista teológico, sino desde la razón humana, es decir, dejan de ver a Dios como centro del Universo y en su lugar se ubica al hombre (antropocentrismo). Es el comienzo del Renacimiento, el renacer de la cultura Clásica que es tomada como modelo y fuente de inspiración, el amor por la naturaleza, la ciencia, la libertad de espíritu y de pensamiento.
Pero este ideal de hombre renacentista, comienza a decaer a mitad del siglo XVI a causa de una nobleza ávida de riquezas, una monarquía absolutista que imponía altos impuestos que no propiciaban el comercio sino que lo debilitaban, al desprecio por parte de la aristocracia a cualquier forma de trabajo, sumado a los descubrimientos científicos que ensanchaban el horizonte terrestre, fueron razones suficientes para que el espíritu antropocentrista cayera en una crisis moral y espiritual, dejara de sentir seguridad y alegría de vivir, y debiera enfrentarse con la muerte como total disolución de lo creado. El Renacimiento no consiguió su propósito de imponer la armonía y la perfección en el mundo tal y como pretendían los humanistas, ni había hecho más feliz al hombre; las guerras y las desigualdades sociales seguían estando presentes; el dolor y las calamidades eran comunes; el poder político se desvanecía, y el desengaño continuaba y se reflejaba en la literatura.
Desarrollo
La narrativa del siglo XVII se abre con la figura de Miguel de Cervantes Saavedra (Alcalá de Henares, 29 de septiembre de 1547 - Madrid, 22 de abril de 1616).
Fue soldado y durante el año 1569, Cervantes escapa de España perseguido por ser acusado de herir en duelo a un maestro de obras. Se refugia en Italia, y en 1571 participa en la batalla de Lepanto donde un trozo de plomo le secciona un nervio de la mano izquierda perdiendo el movimiento de la misma, de ahí el mote de “el manco de Lepanto”. Durante su viaje de regreso a España es capturado por fuerzas argelinas y permanece un lustro como prisionero hasta que su madre paga el rescate y vuelve a España. Allí renuncia a la carrera militar.
En 1585 se publica su primera obra impresa “La Galatea”, novela pastoril con la que pretendía hacerse famoso pero que, en realidad, tuvo un éxito relativo.
El destino le era adverso y sus penurias económicas continuaban. Nombrado recaudador de impuestos, quebró el banquero a quien le había entregado importantes sumas de dinero y termina en la prisión de Sevilla, donde comienza la redacción de la que sería su obra cumbre, “Don Quijote de la Mancha”. En 1605 ésta aparece en Madrid y la fama es inmediata.
El Quijote es una parodia a los libros de caballería donde el protagonista intenta significar su realidad a partir de los mismos.
A continuación, un breve resumen de la obra:
Adolfo Quijano es un hidalgo pobre de la Mancha que de tanto leer novelas de caballería acaba enloqueciendo y, creyendo ser un caballero andante, se nombra a sí mismo “Don Quijote de la Mancha” , a su viejo caballo “Rocinante” y armándose con una armadura vieja y oxidada, se lanza al mundo en busca de aventuras.
Para representar fielmente a estos libros debía contar además, con un amor a quien dedicarle sus hazañas, es por esto que crea a Dulcinea del Toboso, en su imaginación una virtuosa y bella dama, en la realidad, una labradora fea y vulgar llamada Aldonza Lorenzo. La primera de sus andanzas la realiza solo, y es en ésta salida que confunde una venta con un castillo y al ventero con un castellano del castillo a quien le pide que lo nombre caballero. Al poco tiempo regresa a su casa y persuade (mediante promesa de riqueza y de nombrarlo gobernador de alguna ínsula) a un labrador vecino suyo, simple y ávido a la vez, de ser su escudero. Éste abandona mujer e hijos y parte
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