Donde Se Puede Practicar Una Necropsia

El Popol Vuh, es un texto escrito en lengua quiché (grupo étnico de la familia Maya) a mediados del siglo16º por algún miembro culto convertido al catolicismo de dicha etnia amerindia que había sido instruido por los españoles, pues compuso escribiendo la obra, con caracteres del alfabeto latino.

El Popol Vuh (cuya traducción aproximada sería el Libro del Consejo o Libro de la Comunidad) supone un auténtico compendio de la cosmogonía (Genesis) y pensamiento quichés, por extensión, de la mitología maya, que sólo había perdurado por tradición oral.

El texto manuscrito del Popol Vuh fue descubierto a principios del siglo 18 por el religioso dominico español Francisco Jiménez mientras predicaba en la actual población guatemalteca de Santo Tomás Chichicastenango.

El hallazgo se produjo en un convento franciscano adyacente a la iglesia de Santo Tomás de dicha localidad, edificado sobre una ruína Maya (Quiché).

Jiménez lo estudió, transcribió y tradujo al castellano bajo el título Libro del común de estos pueblos.

Posteriormente, el ejemplar escrito fue localizado en España por el abate Brasseur de Bourbourg que acompaño a las huestes Napoleonicas, quien lo tradujo al francés y publicó en 1861 en París.

Algo similar a lo ocurrido en Egipto con la piedra Rosetta y Champolión pero sin alfabeto, alifato o jeroglífico.

Con anterioridad había sido traducido al alemán por Carl Scherzer (1857). Jesuita dependiente de el Darien en Panama.

En la actualidad, el manuscrito del Popol Vuh se encuentra incluido en la Colección Ayer, en la Biblioteca Newberry de Chicago en USA.

El erudito español Adrián Recinos comparó y corrigió las versiones existentes para elaborar una nueva traducción en 1.946, fruto de una ardua investigación y profundo conocimiento de la lengua original Maya.

Según el Popol Vuh, el mundo era la NADA hasta que los dioses, el Gran Padre (creador) y la Gran Madre (hacedora de formas) decidieron generar la vida.

La intención de ambos era ser adorados por sus propias creaciones. Primero crearon la Tierra, después los animales y las plantas y finalmente, los hombres.

Éstos fueron inicialmente hechos de barro, pero como el intento fracasó, el Gran Padre decidió extraerlos de la madera.

No obstante, los nuevos hombres construidos con madera, eran altivos, vanidosos y frívolos, por lo que el Gran Padre los aniquiló por medio de un diluvio.

Pese a este suceso, los dioses no desistieron y en una última tentativa, crearon a los hombres a partir de granos de maíz molidos y de los cuerpos de aquéllos una vez modelados, construyeron a cuatro mujeres, con sus residuos.

Una vez constituidas las familias esenciales, los dioses, temerosos de

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