EL ARTE DE LA GUERRA. Sun Tzu
Enviado por lupitajb • 22 de Mayo de 2020 • Ensayo • 1.131 Palabras (5 Páginas) • 165 Visitas
EL ARTE DE LA GUERRA
Sun Tzu
El mayor éxito se obtiene al lograr vencer al enemigo sin llegar a la batalla. La guerra es un tema vital para el Estado, ya que es la frontera entre la vida y la muerte, la diferencia entre la supervivencia y la aniquilación. La guerra, es lo que un Estado necesita para sobrevivir a todos los conflictos que en él se encuentran.
En la guerra, lo más importante es combatir la estrategia del enemigo, pero para esto, se debe de tomar puntos (factores) importantes que son: la influencia moral, que es la armonía entre el pueblo y sus dirigentes; el clima, es la interacción entre las fuerzas naturales; el terreno, la distancia y lo fácil que es recorrerlas, es decir, lo amplio y/o angosto que sea y la posibilidad de vida o muerte que ofrece; el mando, entender las cualidades de inteligencia, igualdad, humanidad, coraje y severidad; y la disciplina.
El engaño es la base del arte de la guerra. Ganar es el objetivo de la guerra. Hay que saber tener paciencia y más que nada, saber que la victoria tarda en llegar, cuando esto pasa, las armas se embotan y la moral decae. Cuando una guerra lleva a la pobreza a un Estado, es por la necesidad de transportar suministros a largas distancias, en el tiempo que pasa esto, el costo de las cosas suben donde está el ejército pues se agotan las riquezas del pueblo porque le suben a los impuestos ya que todos quieren tener un beneficio para sí mismo.
Una de las peores estrategias que pueden haber, es atacar a las ciudades, sin embargo, hay que hacerlo si no queda de otro camino. Un experto en el arte de la guerra vence al enemigo sin combatir, toma las ciudades sin asaltarlas y derroca al Estado sin campañas prolongadas. Vencer por estrategia, es la mejor solución pues así no se pelea tanto. El general es el protector del Estado. Si protege todo, el Estado será fuerte; si falla, el Estado será débil.
El soberano que tenga un comandante calificado prosperará, el que no lo tenga será aniquilado. Hay tres caminos de cómo un soberano puede llevar su ejército al desastre: ordenar el avance o el retroceso sin conocer los hechos, desconocer los asuntos militares y participar en su administración confunde a los oficiales e ignorar los problemas del mando y tomar parte en el ejército de las responsabilidades.
El que no tiene claro sus objetivos, no podrá responder a su enemigo. Explotar las debilidades del enemigo, conocer sus capacidades para atacar, defenderse, retardar y obtener refuerzos, es lo que se debe conocer para poder atacarlo en el lugar y momento específico para obtener la victoria.
El espionaje y el engaño son herramientas claves. Se deben de conocer los cinco casos en los que es posible vencer: vencerá el que sepa cuándo combatir y cuándo no, vencerá el que sepa cómo manejar un gran ejercito o uno pequeño, vencerá quien pueda unir sus tropas en objetivo común, vencerá el que con prudencia espere a un enemigo que no lo es, vencerá el que tenga generales competentes y los proteja de las injerencias del soberano. Para poder mandar, hay que saber organizarse, por lo general, mandar sobre muchos es igual que mandar sobre pocos.
Para dirigir a un ejército, hay que repartir responsabilidades entre los generales y los ayudantes; confiar en primer lugar las responsabilidades a estos mismos y fijar los efectivos de las diversas formaciones. Todos en la estructura tenemos que estar sintonizados en la misma frecuencia, la misma intención, objetivos y la voluntad de cooperar. El conocer esa intención permite ser flexibles y actuar en combate en ausencia de instrucciones, y fácilmente acomodarnos a las situaciones cambiantes. Mandar a muchos es igual que mandar a pocos, depende de las formaciones y las señales. La confusión aparente es resultado del orden; la cobardía, aparente del valor; la debilidad aparente, de la fuerza.
...