EL ARTE DEL ENGAÑO
Enviado por PABLOAL • 8 de Mayo de 2013 • 1.689 Palabras (7 Páginas) • 272 Visitas
CAPITULO I
CUANTAS CLASES DE PRINCIPADO HAY Y DE QUÉ MODO ELLOS SE ADQUIEREN.
Los principados son hereditarios cuando la familia del que los sostiene los poseyó por mucho tiempo o son nuevos. Como miembros añadidos al estado y hereditario del príncipe que los adquiere, o los estados nuevos, adquiridos de dos modos, están habituados a vivir bajo un príncipe, o están habituados a ser libres.
CAPITULO II
DE LOS PRÍNCIPES HEREDITARIOS.
En los estados hereditarios que están acostumbrados a ver reinar a la familia de un príncipe hay menos dificultad para conservarlos que cuando ellos son nuevos. El príncipe no tiene necesidad más que de no traspasar el orden seguido por sus mayores; Teniendo el príncipe natural menos motivos y necesidades de ofender a sus gobernados, está más amado por esto mismo; y si no tiene vicios muy irritables que lo hagan aborrecible, le amaran sus gobernados.
CAPITULO III
DE LOS PRÍNCIPES MIXTOS.
No es más que un miembro añadido o un principado antiguo que ya se posee, y que por su reunión pueda llamarse, en algún modo, un principado mixto. Los hombres que mudan con la esperanza de mejorar su suerte, y que con esta loca esperanza se han armado contra el que los gobernaba, para tomar otra, no tardan en convencerse por la experiencia que su condición se ha empeorado, proviene de la necesidad en que aquel que es un nuevo príncipe se halla, natural y comúnmente, de ofender a sus nuevos súbditos. Con ello hay como enemigos todos aquellos a quienes se les ofendió y no pueda conservarse como amigos a los que lo colocaron en el poder.
Por más fuerte que un príncipe fuera con sus ejércitos, tiene siempre necesidad del favor de una parte (Habitantes de provincia para entrar en ella). Cuando se adquieren algunos estados en un país que se diferencia en las lenguas, costumbres y constitución, se hallan entonces las dificultades. Cuando el príncipe reside en un nuevo estado, si se manifiestan allí desordenes puede reprimirlos; si reside en otra parte, y que los desordenes no son de gravedad, no hay remedio ya.
Cuando permanece allí, no es despojada la provincia por la codicia de los empleados y los súbditos, se alegran mas de poder recurrir a un príncipe que está cerca de ellos que no a un príncipe distante que le verían como extraño. Si en vez de colonias, se tienen tropas en estos nuevos estados, se expende mucho por que es menester consumir, para mantenerlos, cuantas rentas se sacan de semejantes estados.
El príncipe que adquiere una provincia cuyas costumbres y lenguaje no son los mismos que los de su estado principal, debe hacerse también de allí el jefe y protector de los príncipes vecinos que son menos poderosos que él y debilitar a los más poderosos de ellos. El nuevo príncipe, con el favor de los príncipes menos poderosos y sus propias manos podrá abatir fácilmente a los que son poderosos. No debemos dejar nacer un desorden para evitar una guerra, por que se acabara evitándola; se difiere únicamente y no es nunca más que con sumo perjuicio nuestro.
CAPITULO IV
POR QUE OCUPADO EL REINO DE DARIO POR ALEJANDRO NO SE REBELÓ CONTRA LOS SUCESORES DE ESTE DESPUÉS DE SU MUERTE
Considerando las dificultades que se experimentan en conservar un estado adquirido recientemente. Los principados conocidos son gobernados de dos modos. El primero Consiste en serlo por un príncipe, asistido de otros individuos, que permaneciendo siempre súbditos bien humildes al lado suyo, son admitidos por gracia o concesión en clase de servidores solamente, para ayudarle a gobernar; el segundo modo en que se gobierna se compone de un príncipe asistido de varones, que tienen su puesto en el estado, no de la gracia de príncipe, si no de la antigüedad de su familia.
El príncipe en los primeros de estos estados en que gobierna el con algunos ministros esclavos, tiene más autoridad por que en su provincia no hay ninguno que reconozca a otro más que a el por superior.
CAPITULO V
DE QUE MODO DEBEN GOBERNARCE LAS CIUDADES O PRINCIPADOS QUE, ANTES DE OCUPARSE POR UN NUEVO PRINCIPE, SE GOBERNABAN CON SUS LEYES PARTICULARES.
Cuando se quieren conservar aquellos estados que estaban acostumbrados a vivir con sus leyes, hay tres resoluciones: debes o arruinarlos o ir a vivir en ellos o finalmente, dejar a estos pueblos sus leyes, obligándolos a pagar una contribución anual, creando en el país un tribunal creado este consejo por el príncipe.
En las repúblicas hay más valor una mayor disposición de odio contra el conquistado que allí se hace príncipe, y más deseo de venganza contra él.
CAPITULO VI
DE LAS SOBERANÍAS NUEVAS QUE UNO ADQUIERE CON SUS PROPIAS ARMAS Y VALOR.
Los Hombres caminan casi siempre por caminos trillados ya por otros y no hace más que imitar a sus predecesores en las acciones que se le va hacer. Los principados que son nuevos en un todo, y cuyo príncipe, por consiguiente es nuevo, hay más o menos dificultad en conservarlos según el que los adquirió es más o menos valeroso.
Los que por medio de su valor y fortuna llegan a ser príncipes no adquieren
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