EL último Ona Resumen

"El Último Ona" - narra la historia de un niño con capacidades chamánicas que a medida que crece toma sobre sí la responsabilidad de proteger a su tribu de la amenaza que se acerca y también de transmitir sus costumbres y experiencias a otras generaciones. Selcha deberá pasar mil aventuras que le permitirán madurar como hombre y comprometerse aún más con su pueblo.

El cuento además de ser un aporte a la imaginación de los niños, es un texto que pretende educar y transmitir las tradiciones de este pueblo patagónico ya extinto.

"El libro es resultado de una investigación de cuatro años que a pesar de haber concluido literariamente, continúa en mis sentimientos pues me mostró la crudeza de la supervivencia, el valor de la familia y la cooperación en su forma más natural", señala la autora.

Los onas fueron un pueblo que habitó Tierra del Fuego del que en 1974 murió su última representante. Durante 10 mil años vivieron en una tierra hostil que les entregó todos los recursos para desarrollar una cultura de subsistencia y una particular cosmovisión que mantuvieron generación tras generación. Pese a su fortaleza física y sicológica, sucumbieron ante el fuerte dominio colonizador que se desarrolló a partir del siglo XIX.

EL ÚLTIMO ONA es una obra que trata con notable agilidad el tema de la diversidad cultural y el valor de los pueblos indígenas. Mediante diálogos directos, la autora crea una tensión dramática que involucra al lector y, apoyada en una muy buena caracterización de los personajes, pone de relieve valores como el trabajo en equipo, la amistad, el humor y el optimismo, invitando al lector a redescubrir distintas formas de ver la vida y el mundo circundante. Las referencias a las costumbres del pueblo ona son el reflejo de un acucioso trabajo de documentación.

EL ÚLTIMO ONA ha sido seleccionado por Ediciones SM Chile para formar parte de su Plan Leer para crecer por satisfacer, dentro de los Objetivos Fundamentales Transversales, el ámbito de la Formación Ética.

Fragmentos

"Jaro mira a su padre y se siente invadido por sentimientos que no intenta desentrañar, mezcla de admiración y seguridad. Enseguida, los ojos del niño se pierden en el horizonte mientras su mente divaga en sueños de cacería de zorros, guanacos ... y ritos."

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"Mientras los hombres faenan al animal muerto, los niños, reunidos en grupos, se divierten; las niñas juegan con sus muñecas de piel y las mujeres arman sus chozas; otras buscan mariscos entre las rocas; algunas

también recolectan leña.

Minkiol está en este último grupo. Ella, junto a algunas muchachas, ven llegar a Anneken y su familia y Minkiol observa especialmente a Selcha y él la ve a ella de la misma forma."

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"Selcha

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