ENSAYO EL CABALELRO DE LA ARMADURA OXIDADA

ENSAYO

LAS ARMADURAS DE LO COTIDIANO

“El caballero de la armadura oxidada”

“No nacisteis con esa armadura. Os la pusisteis vos mismo”, “¡Paciencia! Habéis llevado esa armadura durante mucho tiempo. No podéis salir de ella así como así”.

Los seres humanos nos desenvolvemos en diversos escenarios sociales en los cuales asumimos roles que responden a nuestras características particulares, ideologías, formación, deseos e incluso frustraciones; estos de una forma u otra están influenciados por tendencias actuales, por tradiciones e incluso por los medios de comunicación, lo que genera una pérdida de la identidad, un desconocimiento de lo que se es como sujeto y va creando un sinnúmero de armaduras para ocultarse a sí mismo, armaduras que se reflejan en el convivir con el otro como mascaras, con el fin responder a lo esperado por los otros buscando de ser aceptados, valorados y respetados.

Leer el texto de Robert Fisher hace reflexionar al lector sobre la importancia del autoconocimiento para poder desprenderse de las armaduras que se crean durante el diario vivir, armaduras que hacen que se pierda la esencia como sujetos, hacen que se menosprecie al otro e incluso alejan a las personas que son verdaderamente valiosas; los seres humanos requieren de instantes de meditación y de experiencias reorganizadoras que movilicen cambios y permitan reconocer lo verdaderamente valioso en la vida, sin embargo este camino a veces es largo e implica sufrimiento, sacrificio y desprendimientos.

Desprenderse de las armaduras que se fabrican en el diario vivir implica a los sujetos un despertar que solo se logra al mirar atrás, al reflexionar en silencio sobre quien verdaderamente se es; al valorarse a sí como un ser con cualidades y defectos; al reconocer los errores y enfrentarlos con valentía para ser cada día una mejor persona.

Ser un sujeto libre de armaduras implica comprender que la cima de la vida no está marcada por el reconocimiento excesivo o el escalar profesionalmente demostrando lo que tenemos y no quienes somos verdaderamente

Para finalizar cabe resalta que para desprendernos de las armaduras es necesario reconocer que somos la causa y no el efecto de lo que sucede a nuestro alrededor; que hay que arriesgarse por lo que se desea sin miedo a equivocarse; que hay que disfrutar cada momento como si fuera el último; que hay que reír, llorar y amar, en pocas palabras VIVIR.

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