ENSAYO LOS RELÁMPAGOS DE AGOSTO

UNIVERSIDAD PEDAGÒGICA NACIONAL.[pic 1]

UNIDAD 095 AZCAPOZALCO.

MAESTRÌA EN EDUCACIÒN AMBIENTAL.

SEMINARIO: INTRODUCCIÒN A LA INVESTIGACIÒN INTERDISCIPLINARIA.

ASESOR: DOCTOR MIGUEL ÀNGEL ARIAS ORTEGA.

TRABAJO FINAL. NOVELA.

ALUMNO: JESÙS ANASTASIO ESLAVA LÒPEZ.

JULIO DE 2015.

Los relámpagos de agosto.

En la solapa de la portada del libro se puede uno enterar que esta novela del malogrado autor Jorge Ibarguengoitia, la primera de su producción, ganó el Premio Casa de Las Américas, en el año d 1964. La novela en cuestión, nos presenta una narración de sucesos que acontecieron durante la Revolución Mexicana y esta escrita con un lenguaje claro y directo y con esa frescura tan característica de la obra de Ibarguengoitia, que por momentos parece ironizar tanto que pareciera una narración humorística, pero no lo es.

        El título de la obra hace referencia a un fenómeno meteorológico que se presenta en la zona del Bajío, Guanajuato y otros sitios, y que consta de la aparición de relámpagos en cualquier punto de la bóveda celeste, dando la apariencia de estar perdidos o desubicados y por eso no saben hacia dónde aparecer, misma situación que vive el personaje principal de la obra,  quien de estar muy tranquilo en su casa pasa a vivir toda una aventura que se describe a lo largo de la obra.

        Es una obra de tipo biográfico que narra la vida y peripecias del general José Guadalupe Arroyo, quien a su vez se convierte en narrador y personaje central de la novela. El personaje es ficticio, pero el autor lo dota de todas las características que un buen general de la época debería tener. Y quien debe sortear las más inverosímiles situaciones que lo ponen a un paso de la gloria para luego dejarlo en el más completo desamparo. Típico de los personajes mexicanos: “ya merito”, la violencia, la traición, la mala fortuna, todo se combina para impedirle lograr un estatus que se ganó en los campos de batalla y que sería consecuencia lógica de su condición de soldado incorruptible y valiente a más no poder, como “todos” los que participaron en aquella gesta revolucionaria que puso a los buenos y a los malos donde les “correspondía” estar.

        Temporalmente se ubica en los años posteriores al término de la revolución, década de los 30, y da cuenta de la lucha entre tantos generales y demás rangos militares, como hubo al finalizar la parte más intensa del conflicto armado y que tuvo esa desafortunada característica, la lucha sorda y encarnizada por ocupar cargos cada vez de mayor rango en el sistema político recién establecido y que aún se tambaleaba por tantos bandazos como daba los personajes que he mencionado, todos forjados al calor de la revolución y dispuestos  a demostrar su valor en cualquier terreno.

        De todas las características de los personajes de la historia, podemos hoy en nuestros días identificarlos con claridad, se han ido heredando hasta casi perpetuarse, podemos distinguir al demagogo, el genio militar que mide todos los riesgos, el lamebotas que siempre busca sacar ventaja a base de zalamerías, etc. Y de esta herencia ningún mexicano nos escapamos, habrá algo que nos identifique.

        El autor utiliza una serie de recursos literarios como la ironía, la parodia y un lenguaje rebuscado, pero sobre todo fastuoso y muy adornado, para hacer burla de las autobiografías de los generales de la época, quienes incluso pagaban a escritores reconocidos o desconocidos, para que hicieran apología de sus vidas, resaltaran  sus escasas cualidades y sobre todo maquillaran sus múltiples defectos y pudieran quedar ante la opinión pública como personas que no eran, cultas , educadas, refinadas, etc., pero que hubieran querido ser, sólo que las circunstancias que les tocó vivir les impidieron tener alguna formación y/o educación, que los hubiera colocado mejor en la vida o por lo menos hubieran sido hombres preparados y conocedores de la cultura universal que tanto se buscaba en esos tiempos, pues no sabían dónde los iba a posicionar la revolución.

        La novela Los relámpagos de agosto, nos ofrece una visión exagerada o ridiculizada de la realidad de la época, si se puede una visión distorsionada de lo que pudieron ser los hechos históricos en la realidad, aunque su tratamiento nos permite la carcajada fácil, así es  el estilo de Ibarguengoitia y en esta novela, deja en claro cuál va a ser su estilo para trabajos posteriores.

        Es un hecho conocido por todos que cuando algún personaje es favorecido por la diosa fortuna, como el general Marcos González, recién electo presidente, busca el apoyo y cobijo de sus amigos más cercanos para crear a su alrededor un círculo de colaboradores que tal vez no sean eficientes pero si son incondicionales, la lealtad como divisa más importante, la capacidad ya llegará con la experiencia. La escena de la reunión en la casa del general Valdivia en Cuernavaca y su escapada en medio de la noche hacia Cuautla esperando no ser interceptados, me pareció muy similar a un pasaje de La sombra del caudillo, de Martín Luis Guzmán, precisamente cuando eliminan al general que estaba más interesado en obtener la candidatura presidencial y quien fue traicionado para impedir que lograra su objetivo.

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