Edward Gibbon Historia Y Decadencia Del Imperio Romano

Introducción:

Doscientos años después de su publicación, el libro “Historia de la decadencia y caída del imperio romano”, sigue siendo una obra historiográfica que aun perdura, sobre todo como referencia y apoyo, para recabar información histórica acerca de la época.

Gibbon considerado el primer autor que realiza una historia moderna, en su trabajo desarrolla un excepcional trabajo argumentativo y metodológico acerca de la decadencia y caída del imperio romano.

El presente trabajo, esta desarrollado en torno a algunos extractos del tomo I, del libro mencionado, donde el autor desarrolla un relato descriptivo del territorio y la hegemonía abarcada por el imperio romano, y además logra exponer las causas y la expansión del cristianismo por el imperio. Ya que precisamente para el autor, el cristianismo, es una de las causas e influencias de la caída del imperio romano.

Ante esto se buscara describir la forma y estilo de hacer historia que desarrolla el autor y rescatar, por que aun su trabajo sigue siendo importante y útil para el estudio de la historia de tan gran imperio.

Edward Gibbon: el gran historiador de la civilización romana.

Gibbon nace en Putney (1737), que actualmente es un distrito de Londres, Inglaterra. Fue hijo único, su madre fallece cuando él tenia 10 años, se consideraba un “Niño enfermizo que apenas pudo asistir a la escuela, cuando contaba 15 años entró en el Magdalen College de Oxford. Se convirtió a la religión católica en junio de 1753, lo que le impidió asistir a la universidad.” posterior a eso “en 1763 emprendió un viaje que lo llevó a París, donde estudió a Diderot y a D'Alembert, y a Roma, donde pudo conocer in situ las ruinas del Imperio Romano, que posteriormente estudiaría.” Precisamente la redacción de su principal obra se le ocurre en Roma, “cuando está entre las ruinas del Capitolio y, mientras oye orar a los franciscanos, se plantea el porqué de la decadencia del Imperio romano”.

En 1770 regresó a Londres, ciudad en la que publicó varios escritos que le dieron cierta fama, sobre todo sus primeros capítulos de la Historia y decadencia del imperio romano, los cuales no estuvieron exentos de polémica debido a sus publicaciones sobre el cristianismo. “Esa popularidad se incrementó notablemente tras la publicación, en 1776, de los primeros volúmenes de Historia del ocaso y caída del Imperio Romano, su obra magna, en la que estuvo ocupado hasta 1788 y en la cual trazó un pormenorizado estudio del Imperio Romano desde el siglo II a.C. hasta la caída de Constantinopla en 1453. Esta obra, así como los demás libros que escribió, lo convirtieron en el más importante historiado británico de la época”.

Gibbon, se convirtió tal vez en el más importante historiador británico, y es el primero en considerarse auténticamente moderno, su obra sobre el imperio romano es un trabajo de proporciones colosales, que aun es “utilizado como una fuerte referencia historiográfica y además como una critica a la fragilidad de la condición humana.”

Imperio romano: extensión del imperio y ascenso del cristianismo.

Tal como mencione “Historia de la decadencia y caída del imperio romano”, si bien es una obra colosal, los capítulos leídos (capítulos I, XV, XX) de esta obra, se fundamentan en describir la magnifica extensión y poder militar del imperio romano en la época de los antoninos (capitulo I) que “abarcaba la parte mas prospera de la tierra y la porción mas civilizada de la humanidad”. Al comenzar Gibbon con este capitulo, buscaba determinar el gran expansionismo y prosperidad logrado por el imperio romano en los inicios del cristianismo, narrando detalladamente la fuerza y organización del imperio, además de describir las provincias del imperio, precisamente esto nos ayuda a comprender el origen y ascenso del cristianismo por todo el imperio, al fin y al cabo el tema central del texto.

Ya en el capitulo XV, el autor se enfoca en describir las causas del crecimiento de la iglesia cristiana, que en un principio era considerada un más de las religiones sectarias, Gibbon dice “una reseña franca pero racional del establecimiento y progresos del cristianismo puede considerarse como una parte esencial de la historia del imperio Romano. Se nos orienta con gran lucidez y objetividad los principales motivos o aciertos del cristianismo, como también fragilidades que evidencian los ciudadanos del imperio y que hacen progresar la religión cristiana (según Gibbon una religión casi perfecta) desde sus comienzos.

En el capitulo XX, Gibbon, relata como se lleva a cabo la conversión de Constantino al cristianismo, siendo este el primer emperador romano en aceptar y dar libertades a otras religiones que no fueran la religión establecida hasta ese momento en Roma, y el primero también en convertirse al cristianismo, propiciando el establecimiento legal del cristianismo en el imperio, a través de variadas reformas, es decir Constantino “con sus edictos de tolerancia abrió el campo de la maleza que entorpecía los progresos del cristianismo”. Y debido a esto “como casi siempre las clases mas bajas suelen ser imitadoras, la muchedumbre de súbditos se convirtió al cristianismo” , además la educación e influencia que ejerció sobre sus sucesores, le propiciaron al imperio una casta de fe al cristianismo aun mas importante. También Gibbon hace referencia a la constitución legal de la iglesia católica y nos detalla su composición y jerarquía, ya legalmente establecida por todo el imperio romano.

Gibbon y su forma de hacer historia.

Historia de la decadencia y caída del Imperio romano narra la historia del Imperio romano en un extenso período que va desde la muerte del emperador Marco Aurelio hasta la Caída de Constantinopla, desde el año 180 hasta 1453, es precisamente por este largo periodo la grandiosidad de la obra. “La obra, muy detallada y precisa, hace que Gibbon sea considerado como el primer historiador moderno de la Antigua Roma” , destacando por emplear su trabajo los conceptos e ideales ilustrados como el agnosticismo; evidente y criticado en la época, además de un claro escepticismo y racionalismo. Planteando un enfoque historiográfico inédito hasta entonces, lo que lo convierte sin dudas en el primer historiador moderno, y además “como un modelo metodológico por los historiadores de los siglos XIX y XX”.

La estructura de la obra, organizada en capítulos es beneficiosa, sobre todo debido al tamaño total de Historia y decadencia del imperio romano, permitiendo ubicar los hechos dentro de la secuencia de capítulos sin mayores dificultades para el lector. Si bien el texto en su finalidad trata de ser un relato explicativo, abordando

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