El Angel De Una Banda
Enviado por leidimarsanchez • 18 de Noviembre de 2013 • 708 Palabras (3 Páginas) • 299 Visitas
Había una vez un hombre que tenía tres hijos. Al más pequeño le pusieron por nombre Zonzín, y siempre se burlaban de él y no lo tenían en cuenta.
LA OCA DE ORO
Un día el hijo mayor quiso ir a cortar leña. La madre le preparó una torta de manteca y huevo de lo más rico y una bota de vino, y él se fue al bosque tranquilamente. Cuando llegó se encontró a un hombrecito viejo y arrugado, que lo saludó y le dijo:
–Dame un trozo de esa torta que llevas y déjame beber un trago de tu vino, ¡tengo tanta hambre y tanta sed!
Pero el hijo mayor, muy sensato, le respondió:
–Si te doy de mi torta y de mi vino, me quedará menos para mi. ¡Así que márchate de aquí en seguida!
Y dejando plantado al hombrecito prosiguió su camino.
Pero sucedió que, apenas empezó a trabajar, le rebotó el hacha hiriéndole el brazo, por lo que tuvo que dejar la tarea y volverse a casa triste y desanimada.
Entonces resolvió ir al bosque el hijo mediano. La madre le preparó también su torta de huevo y manteca, más rica todavía, y le dio también una buena cantidad de vino. A la entrada del bosque ya lo esperaba el hombrecito viejo y arrugado.
–Dame un trozo de esa torta que llevas y déjame beber un trago de tu vino, ¡tengo tanta hambre y tanta sed!
Pero también el hijo mediano, muy sensato, le respondió:
–Si te doy de lo que llevo, ¿qué voy a comer? ¡Déjame en paz!
Y sin añadir palabra se adentró en el bosque. Pero en cuanto hubo dado un par de hachazos a un árbol, el tercero le golpeó la pierna. Y así, herido y maltrecho, volvió a casa a curarse.
Entonces Zonzin suplicó:
–Padre, deja que yo vaya al bosque a cortar leña. .
– ¿Tú a buscar leña? –Dijo el padre–. ¿No ves lo mal que les ha ido a tus hermanos siendo mayores y más listos que tú? Vamos, déjate de historias.
Pero tanto insistió y suplicó el muchacho, que el padre, para no oírlo más, permitió que se fuera. –Vete y déjame en paz. Allá tú.
La madre le preparó una torta de agua y harina, cocida sobre la parrilla, y, en lugar de vino, le puso una botella de cerveza agria. Cuando llegó al bosque, Zonzín se encontró también al hombrecito viejo y arrugado.
–Dame un trozo de torta y un trago de tu botella, ¡tengo tanta hambre y tanta sed! –le suplicó el viejo.
–Con mucho gusto te daré: pero sólo llevo una torta cocida sobre las cenizas y cerveza agria para beber. Si te parece, sentémonos y comamos juntos.
En cuanto Zonzín abrió la canasta, se encontró con que la insípida torta se había convertido en la más deliciosa torta de huevo y manteca que jamás había probado, y la cerveza agria se había transformado en el vino más dulce del mundo. Y ambos comieron y bebieron a su gusto.
Después
...