El Cantar Del Mio Cid
Enviado por nolascozarate • 24 de Marzo de 2014 • 2.512 Palabras (11 Páginas) • 283 Visitas
La obra literaria El Cantar Del Mío Cid fue escrita anónimamente esta trata de un caballero castellano llamado Ruy Díaz De Vivar la historia comienza donde el rey Alfonso VI lo envió a cobrar los triunfos que los reyes de Córdoba y Sevilla debían de pagarle. El Cid supo que los moros iban a tacar al rey de Sevilla vasallo del rey Alfonso, les envió cartas pidiendo que no destruyeran las tierras, ellos al contrario lo hicieron. El Cid decide castigarlos teniendo una batalla que empezó desde las 6 de la mañana y termino al medio día el gano la batalla y los mantuvo preso durante tres días después de saquearlos decide dejarlos en libertad agradecidos los moros deciden llamarlo Ruy Díaz De Vivar el batallador. Cuando el rey Alfonso VI se entera del suceso lo destierra del reino dándole nueve días para irse, el Cid le entristeció la noticia. Decide buscar a todos sus familiares y vallasoz para saber quiénes se iban con él.
El Cid se despide de sus tierras con sus ojos llenos de lagrimas vio por última vez con un gran suspiro dijo “¡bendito seas, padre que estas en los altos! ¡Mis enemigo tramaron esto en mi contra!”. El entro a la ciudad de Burgos escoltado con sesenta hombres pero una niña le aviso que el rey les había prohibido al pueblo que si lo ayudaban o le dirigían la palabra este les quitaría sus bienes, cuerpo y hasta el alma si lo desobedecían, después de eso el cid se dio cuenta que no contaba con el rey y decide marcharse de esa puerta.
Sin importar de las advertencias el burgalés Martín Antolines les llevo pan y vino al cid y a sus hombres, ellos muy contentos se pusieron Martin les dijo que dormiría con ellos y partiría ya que los del pueblo le iban avisar al rey que lo desobedecí. Cid por necesidad le pidió de favor a Martín que llenara dos cofres con arena para estos pesaran y después de ellos lo forraran con clavos dorados y cuero rojo, para que este lo fuera empeñar con Raquel y a Vidas y que les explicara lo sucedido. Martín fue a Burgos para buscarlos, cuando llego les hablo para decirle que quiere hablar con ellos pero lo que les iba a decir era un secreto y que no contaran nada ellos obedecieron. Les empezó a explicar lo sucedido y les pide seiscientos marcos para pagarles a toda le gente que lo seguían de todos lados, estos aceptaron el trato.
Los judíos muy contento por el trato le agradecieron a Martín por ayudarlos y le deciden regalarles 30 marcos para que se mande hacer unas buenas calzas Martín les dio las gracias y se despidió, se va donde estaba el Cid. Cuando llego al campamento el cid ordena que levanten las tienda se marchan para marcharse, cuando todos empezaron a seguirlo el leal Martín le comento que quisiera volver a burgos a despedirse de su familia.
Después de ello Martín se fue a despedir de ellos el Cid continuo su camino a Cardeña. Pero antes de esto llego al amanecer a San Pedro donde estaba la señora Jimena con abad Sancho y sus cinco damas de compañía. El cid le pidió al sancho a que se encargara de doña Jimena y sus damas dándoles cien marcos para que las cuidara durante un año también diciéndole que si se le acaba que le dé cuanto necesite que por cada marco él le daría cuatro. Después de tanta conversación llego el momento de despedirse de su familia con el llanto en los ojos le dijo que lo desterraban por calumnias falsas.
Aunque le quedaban tres días para que pasaran los nueves del destierro su alegría iba aumentando por cuantos guerreros se iban uniendo. En la última noche soñó con el arcángel Gabriel que le decía “cabalga, Cid campeador, que nunca antes un hombre cabalgo con mas ventura todo estará bien”. El ejército de cid eran trescientos soldados sin contar a la gente que iba de pie. Siguiendo su camino el cid hacia al bosque siguiendo los consejos de Alvar Fáñes de Minaya. Se enfrentaron con Castejón ganando su oro y su plata, el Minaya le hace un juramento al cid que decía que no tomaría ni un quinto de del dinero hasta que se sintiera satisfecho de vencer a los moros con la espada.
Ya en tierra de moros, el Cid entra en guerra con ellos, a los que gana las ciudades de Castejón y Alcocer, y avanzando en sus conquistas hacia Teruel y Zaragoza, llega hasta el condado de Barcelona, donde vence y toma prisionero al conde de dicho lugar, don Ramón Berenguer, ocasión está en que ganó la famosa espada Colada. Tras esto lo mantuvo prisioneros llevándolo a su tienda donde los dejo al cuidado de sus hombres de confianza. En lo que él les quitaba sus riquezas. Después deciden hacer una exquisita comida para el conde don Ramón, este se negaba a comer la despreciaba ya que el no creía que lo habían vencido, el cid le hablo y le dijo que si comiera de ese pan y tomara de ese vino saldría de su cautiverio, pero el conde se seguía negando diciendo que él prefería morirse de hambre. Pasaron tres días y él seguía con su negativa de comer, el cid decide proponerle al conde que si el comía el con dos hombres los dejaría en libertad, el conde acepta el trato y enseguida se pone a comer, le agradeció por cumplir su palabra y dijo que no se vengaría.
El segundo cantar del Mío Cid llamado Bodas De Las Hijas Del Cid
Inicia con la conquista de Valencia el Cid se dirige a Valencia, va conquistando los territorios y después de tres años en guerra conquista Valencia. Manda a su vasallo Minaya Alvar Fáñes, que le pida al Rey que deje salir a Jimena de Castilla, para ir en su encuentro. El Rey entusiasmado por la conquista, perdona al Cid y a sus vasallos y, le concede su petición. Esto origina la envidia de García Ordóñez y de los Infantes de Carrión, éstos últimos planean casarse con las hijas del Cid para conseguir riquezas. El Cid y sus vasallos se dirigen a Valencia pero antes en Burgos consiguen caballos, mulas y guarnición.
El cid manda a Minaya va en busca de Jimena para llevarla a Valencia, pues el Cid debe permanecer en ella para defenderla y heredarla. Minaya se encuentra con los judíos, Raquel y Vidas, le dicen a Minaya que el Cid les ha engañado, y que debe decírselo para solucionarlo porque si no irán en su busca. Minaya llega a San Pedro, el abad manda recuerdos al Cid. Empiezan el camino hacia Valencia con las hijas y Jimena. Manda a Muño Gustioz, a Pedro Bermúdez y a Martín Antolines al encuentro de Minaya y su familia, éstos llevan una carta del Cid para su amigo el moro Avengalbón que vive en Molina, para que éste acoja a su familia y vasallos. Pasan por Medina y llegan a Molina donde Avengalbón da un buen recibimiento a Minaya y la familia del Cid. Después el Cid envía a 200 caballeros al encuentro de Minaya. Todo se prepara en Valencia con grandes espectáculos para el recibimiento. Jimena se alegra mucho de ver a su esposo. Desde el
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