El Cantar de Mío Cid

 Universidad Nacional del Comahue - CURZA – Sede Atlántica

Profesorado de Lengua y Comunicación Oral y Escrita

Literatura Española

Alumno: Betiana Vichich.

Trabajo practico 1- individual.

Introducción:

El siguiente trabajo trata de la descripción y caracterización del héroe épico, continuidades y desvíos respecto al héroe clásico y de las relaciones con otros héroes literarios. Además se hablara de aspectos y descripción de la honra que  es la característica principal en el Poema de Mío Cid. Las fuentes de teoría utilizada abarca la obra propiamente dicha El Cantar de Mío Cid.

El Cantar de Mío Cid es un cantar de gesta del género épico,  y su autor es anónimo, en el cual se cuenta la historia del Cid, Ruy Díaz de Vivar, basada en la vida real; y esta fue la primera obra literaria escrita en castellano.

Estos cantares de gesta cuentan alguna hazaña heroica, su transmisión es de forma oral y la actividad del juglar era memorizar la historia y recitarla. En el cantar de Mío Cid, Menéndez Pidal, enuncia que el primer autor escribe la obra en base al historicismo, es decir en base a los hechos cercanos de Rodrigo, hechos reales,  describe con exactitud los hechos de ese momento, eran así el cantar del destierro y el de las bodas. En cambio el segundo autor, ya escribe hechos más ficticios, alejados a la época de Rodrigo, no se preocupa por la veracidad de la obra como en el caso del primer autor, sino que éste es más libre y cuenta cosas más fantásticas, como en el caso del tercer cantar. Diego Catalán explica que la obra era un texto de carácter ficcional, que fue creado bajo una intención política y estéticas del autor, el fin era crear una imagen de propaganda para el pueblo. Se cree que el texto es ficcional por cómo está estructurado, el cual transmite un mensaje claro: cambiar la organización social y que el pueblo imite o copie a este héroe. Por lo cual, el autor crea un héroe con ciertas características, mencionadas más arriba, que lo calificarían al Cid como un modelo de persona y de prestigio social.

La teoría de Menéndez Pidal se basa sobre la línea de los neo tradicionalistas que explicaban que el cantar de Mío Cid se compone de dos partes y se plasmó en el año 1140 el manuscrito actual. Este cantar se recitaba en la época de la Edad Media, aquella edad en donde predominaba la organización social basada en la relación de los señores feudales y vasallos, la cual se desata en el siglo V hasta el siglo XV.

Caracterización del personaje: El Cid era un vasallo del Rey Alfonso, el cual admiraba y era extremadamente fiel hasta cuando éste lo desterró de Castilla. El Cid tenia a cargo ciertos vasallos, aquellos que lo acompañan en el destierro y le siguen sirviendo a pesar de estar desterrado. A medida que transcurre la obra, se va demostrando la característica principal del cid, la honra, la hombría y la integridad humana y moral. El Cid es un héroe de tipo épico, de ejemplaridad humana, buen esposo, buen amigo, buen señor, buen padre, buen cristiano, de grandes y buenos sentimientos y de honor, generoso y piadoso: “come, conde, de este pan y bebe de este vino. Si lo que digo hicieras, saldrás de cautivo; si no, en todos tus días no verás cristianismo” (Anónimo, p.49; tirada 60) y de fiel vasallo servidor de su Rey, el cual elige reconquistar la confianza de éste y no vengarse. Para esto comienza con el proceso de reconquista, de lucha contra los moros para recuperar el territorio español. Éste, le entrega los tesoros que ganó a medida que luchaba y así comienza a recuperar su confianza. Ruy Díaz de Vivar fue desterrado a causa de que ciertos allegados al rey lo culparon de robarse y quedarse con las ganancias que eran del reino. Con los regalos al rey, que se ven claramente en: “[…] al rey Alfonso que me ha exiliado, le quiero enviar de regalo treinta caballos, todos con sus sillas y con frenos bien labrados […]” (Anónimo, p.40; tirada 40) el Cid demuestra todo lo contrario y su honra como vasallo del Rey Alfonso. Aquí, se demuestra el primer momento en que el Cid es un hombre de mucha honra y leal a su señor.

El autor enuncia que las características del cid lo configuran como un arquetipo para la sociedad feudal, explica que no sabe si realmente existieron esos valores, pero que sus atributos son dignos de admirar. Estos atributos son el liderazgo, la habilidad para combatir, honra y el prestigio que son rasgos pertenecientes a la aristocracia y los valores son de acuerdo a esta clase social. Con esto se demuestra que los poemas épicos eran poemas de carácter político, de propagandas políticas de la clase que dominaba, ya que siempre tenían características estéticas dignas de admiración, que hacían que el pueblo se interesara y quisiera copiar.

Continuidad y desvió con respecto al héroe clásico:

Spitzer, citando las teorías de Menéndez Pidal, explica que para crearle cierta honra al Cid como modelo debería tener ciertos adversarios, este planteo explica otra característica de porque es un texto ficcional. El fin era oponer al Cid, ser de gloria, a caballeros infames como los infantes de Carrión. Al ser el Cid un héroe modelo, necesariamente debe tener un adversario que sea anti-modelo. Para esto, el poeta primero debe hacerlo pasar por una serie de sufrimientos, en los cuales se demuestre que a pesar de todo el sufrimiento, este se sigue configurando como tal. Además, necesitaba mostrar lo fiel al rey y qué en la afrenta a Corpes lo ayude a que no quede más deshonrado y no llevarlo al peor abismo, sacarle las telas de su corazón. A partir de esto, cierra el poema con la derrota a los Infantes de Carrión para hacerlo subir al más alto estado de prestigio. En este episodio, nuestro héroe debe ir a juicio con los infantes de Carrión, aquellos que deshonraron al Cid con sus hijas. Aquí, se observa cómo logra que los adversarios le devuelvan todo lo robado y como a partir del reto por parte de Minaya recupere éste y sus hijas el honor que tanto adquirió a lo largo de la obra. La enfrenta de Corpes es otro de los momentos en donde se demuestra el honor por parte de este héroe: “[…] como honrados salen los del Campeador, vencieron esta lid, ¡gracias al creador! Grandes son los duelos por tierras de Carrión. El rey a los de mio Cid de noche los envió […]” (Anónimo, p. 134; v.152).  

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