El Contrato Social

El contrato social

Juan Jacobo Rousseau

El contrato social nace con la necesidad de averiguar si puede haber una ordenada administración donde se fundan la regla de la administración legitima, asegurando y tomando a los hombres tales como son y a las leyes tales como deben ser, procurando siempre unir el interés que persigue el hombre, la justicia, el bien común y la felicidad. Todo esto se conceptualiza a que la sociedad está conformada por la familia, y este mundo llega al modelo de familia, padre e hijo, esto es gobierno, pueblo. Sociedad necesita atacar a la libertad para así tener un pueblo más organizado, todo ser humano nace libre, unos individuos nacen para gobernar y otros muchos nacer para ser gobernados, por lo tanto “los libres pierden su libertad en aras de su utilidad”. El derecho no nace de la fuerza y solo está obligado a obedecer a poderes legítimos, no hay hombre que no tenga autoridad natural sobre sus semejantes, quedan solamente las convenciones como base de toda la autoridad legítima entre los hombres, si una persona puede dar su libertad a cambio de su supervivencia, porque un pueblo completo no puede darse a su rey para la supervivencia del mismo.

La creación de una persona pública, anteriormente se le llamaba ciudad, mas tarde se cambio el nombre a republica, que conforma el nombre indiferente del estado, y al estar unidos colectivamente se le denomina pueblo, y en particular se compone de sus miembros que son ciudadanos, quienes tienen la autoridad como supuestamente actualmente lo tenemos nosotros ahora. Esto cambia rotundamente la antigua idea que el estado impone sus leyes a los ciudadanos y estos están para acatarlas. Cada uno de nosotros ponemos toda nuestra voluntad y libertad bajo la supremacía de dirigirnos a nosotros los súbditos para encontrar el bien en común. Todo hombre tiene derecho a lo necesario, y Rousseau lo ejemplifica con un terreno, y menciona las características o lineamientos que debe de tener alguien para apropiarse de un terreno, el cual debe de estar solo, que lo ocupe el que en verdad lo necesita, que tome posesión en una ceremonia etc.

La voluntad del estado puede dirigirse con los fines de las instituciones, que es común que el silencio perdure en la sociedad, la soberanía es fundamental porque la voluntad del pueblo es general, e igual. Las decisiones del pueblo en general se llama soberanía, pero hay que tener en cuenta que existen formas de pensar distintas en la sociedad, y por ello esas voces no se pueden callar, deben de expresar lo que en verdad sienten, pero al igual que piden sean escuchados deben saber escuchar a los demás, aquella persona que no sabe atender a los demás es un traidor a la patria, por lo tanto debe ser echado del Estado. En una Nación bien gobernada hay pocas penas, no porque sea benevolente el gobierno si no porque hay pocos delincuentes, por lo cual es necesario que allá leyes irrefutables, en las

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