El Demonio De La Perversidad
Enviado por amycarolina2612 • 26 de Octubre de 2014 • 499 Palabras (2 Páginas) • 720 Visitas
“En la consideración de las facultades e impulsos de los prima mobilia del alma humana los frenólogos han olvidado una tendencia que, aunque evidentemente existe como un sentimiento radical, primitivo, irreductible, los moralistas que los precedieron también había pasado por alto.”
Un cuento de Poe que me hizo reflexionar. Este, relatado en primera persona & con varias locuciones latinas, empieza a manera de ensayo hablándonos sobre como el hombre relaciona a un “dios” o “creador” con las necesidades básicas & la perversidad que todos tenemos en alguna parte de nuestro ser, esto nos lleva a que el narrador termina relatándonos como planeo & llevo a cabo el asesinato de un hombre adinerado & como el asesino siente cierta satisfacción al hacerlo & saber que estaba a salvo de la justicia, pero después esta termina & cae en una pequeña gran locura entre decir la verdad o guardar el secreto que lo puede alejar de su libertad, mencionada varias veces en el cuento.
Lo que me causa duda es sobre la perversidad que tenemos cada uno, desde muy mínima que sea siempre tendremos eso, pero ¿Qué pasa cuando esta quiere salir? ¿Qué hacemos cuando no resistimos esas ganas de hacer algo, ese “primum mobile”? “Se dirá, lo sé, que cuando persistimos en nuestros actos porque sabemos que no deberíamos hacerlo, nuestra conducta no es sino una modificación de la que comúnmente provoca la combativilidad de la frenología.”
Y ¿Si tenemos la necesidad de hacerlo? Esa punzada que nos da, esa voz en la cabeza que nos exige cumplir con eso que no hemos hecho. Es como una obligación hacerlo, & si no se siente cierta ansiedad el no poder, una ansiedad que día tras día aumenta si no la hacemos. Entre la espada & la pared. Hacerlo o no, sea bueno o malo.
Empezamos a planearlo, como será, paso por paso. Escrito o en la mente, lo repasas varias veces & cualquier error lo corriges, nada debe salir mal. YO salgo ganando, vulgarmente “me salgo con la mía”. Dentro de cada uno una pequeña parte dice “NO” pero el “SI” o el “Tal vez” persisten más.
Y lo hacemos, realizamos eso, nuestra perversidad “le gano” a la razón. Esa perversidad que nos enferma hasta matarnos psicológicamente. Al principio todo va conforme a lo planeado, se siente esa satisfacción, se logró.
“Así es como, al fin, me descubría permanentemente pensando en mi seguridad y repitiendo en voz baja la frase <<Estoy a salvo>>.”
Pero algo sale mal. Es nuestro demonio.
Ese demonio que nos persigue, el que esconde nuestros secretos & deseos más obscuros. Cada una de las situaciones que escondemos a priori nos sigue, porque es parte de nuestro pasado, de nosotros, no hay escapatoria de ellos, pues ellos siempre nos seguirán.
Y si, no logramos “salirnos con la nuestra” ¿Por qué? Por ese sentimiento de culpa. Todo
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