El Ensayo del libro Memorias por correspondencia

Memorias por Correspondencia

Ensayo por Bonnie Rivera

El libro trata de una pequeña huérfana llamada Emma y su hermana Helena. Quienes durante sus primeros años de vida sufrieron hambre, padecieron carencias y fueron víctimas de abandono y maltrato infantil; al principio parece que una mujer, la  Srita. María se encarga se estas pequeñas niñas y de darles un techo y suplir algunas de sus necesidades básicas. Para medio sustentarlas la srita, María debía peregrinar tristemente de un lugar a otro trabajando y además con su pequeño hijo a quien abandona después a su suerte. Emma y Helena también serían abandonadas por la joven Betsabe y la figura protectora que conocían hasta ese momento.

Comienzan la vida en un convento para pequeñas en su misma situación que realmente es un centro de explotación infantil en el que debían trabajar arduamente para ganarse su estadía. Además de dedicarse a bordar y al oficio debían cumplir con todas las exigencias religiosas que el convento exigía. Lastimosamente la religión siempre ha tenido conceptos erróneos sobre Dios o el Diablo y lo que es correcto o incorrecto, esta mala doctrina es enseñada a las niñas mediante maltratos psicológicos y golpizas salvajes con las que pretendían salvarlas, me pregunto ¿De qué?

Cuando un niño es huérfano y no sabe lo que es afecto empieza a aferrarse a cualquier tipo de figura que le brinde un soporte moral o que lo ayude a distraerse momentáneamente de la realidad que lo rodea, algo significativo. Hubieron ciertas personas, juguetes de tierra o historias imaginarias lo que ocuparon el espacio vacío que había en su corazón que solo conocía el abuso. En el convento debían hacer tareas muy pesadas para gozar lo que era para ella un privilegio tal como poder hablar tranquilamente o comer un poco más, también debía trabajar para la iglesia. Cuando no soporto más la vida esclavizada que tenía tomo la decisión de escapar de aquel lugar.

Este libro personalmente me evocó muchas emociones, la inocencia con la que escribe Emma Reyes sobre su infancia tiene cierta fragilidad tal y como si lo describiese una niña; me conmueve mucho el hecho de que relate cosas tan sencillas pero que al no dejarlas pasar por alto me da una idea de la escasez en la que se encontraba y de la malicia con la que actúan algunas personas. Considero que no importa el tiempo que pase, siempre hay personas malvadas que no consideran incluso a un niño.

El tacto tan rígido con el que las monjas trataban a las niñas contrasta mucho con el concepto cliché de una joven monja dulce, pura y santa que procura la paz mundial, etc. Emma Reyes escribe sobre cómo estas monjas tenían preferencias en cuanto al trato que les daban y la forma en que la llamaban fea, bizca y de cómo fueron capaces de darle un té de ratón aparte de un castigo brutal para una niña con problemas de retención urinaria.

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