El Hombre Y La Cara En La Luna

El hombre de la luna y la cara en marte

Cada campo de la ciencia tiene un complemento de pseudociencia, los geofísicos tienen que enfrentarse a tierras planas, los botánicos tienen plantas cuyas apasionantes vidas emocionales se pueden seguir con detectores de mentiras, los zoólogos dinosaurios vivos, los economistas tienen perdiciones económicas a largo plazo etc… A veces las pseudociencias se entrecruzan y aumentan la confusión.

Pero como él trabaja con planetas y le ha interesado la posibilidad de vida extraterrestre, la pseudociencia que más aparece en su camino implica otros mundos y lo que con facilidad en nuestra época se le llama “extraterrestres” la luna era un enigma cuando estábamos inmersos en el pensamiento mágico. ¿En realidad que vemos en la luna? Discernimos las marcas irregulares brillantes y oscuras. El hombre en la luna es en realidad un registro de antiguas catástrofes, es una presunción de nuestra especie darle una cara humana a la violencia cósmica.

En parte, la idea de que marte alberga vida, así como la prevalencia de los “marcianos” en la ficción popular deriva de los canales. Hay un lugar en marte llamado Cidonia donde se encuentra una gran cara poco amistosa, pero parece humana, “la cara” de marte se compara a caras similares construidas en la tierra. Una cara falsa supuestamente tomada por el Mars Observer en órbita cerca de marte demuestra supuestamente un importante científico espacial inexistente, que los marcianos colonizaron la tierra hace doscientos mil años. Esas figuras de marte son geológicas y no artificiales, el teme que no desaparecerán las caras monumentales del espacio. Si supiéramos que íbamos a encontrar, no tendríamos necesidad de ir. El espacio tiene maravillas suficientes sin tener que inventarlas.

El mundo poseído por demonios

La creencia en los demonios era muy fuerte en la antigüedad donde eran vistos como seres naturales y no tanto como seres sobrenaturales, los demonios servían de inspiración y cultura para muchos filósofos, cada individuo es dueño de su propia creencia y con el tiempo nos vamos creando ideas sobre la cosas, Platón le dio un gran papel a los demonios: “Ninguna naturaleza humana investida con el poder supremo es capaz de ordenar los asuntos humanos y no rebosar de insolencia y error…” Platón siempre dijo que los demonios no eran fuente de mal, para él no eran ni buenos ni malos, si no que eran la imagen que el hombre había inventado como representación del mal, también se creía que los demonios eran mensajeros entre el hombre y dios.

Según San Agustín todos los demonios son malignos y son un manantial de todo lo malo, los demonios se pueden disfrazar de ángeles de Dios para engañarnos y ponernos trampas que nos lleven a la destrucción. Agustín también creía que el producto de las relaciones sexuales que los demonios tenían con las mujeres eran las brujas,

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