El Jurista Y El Simulador De Derecho
Enviado por Rafael08071988 • 27 de Agosto de 2013 • 3.363 Palabras (14 Páginas) • 299 Visitas
INTRODUCCIÓN
En este ensayo, haré expreso lo que el autor me ha transmitido y puedo decir que contagiado sobre la perspectiva de los juristas y los simuladores.
Su extensa y basta opinión deja en claro que es un celoso guardián del quehacer y de la Ciencia del Derecho, y que no soporta a aquellos que aparentan serlo y solo buscan beneficiarse de los que si lo son.
Puede parecer que sea un poco exagerado, e incluso porque hace una variada clasificación de los jurisprudentes y los simuladores, clasificación que quise agregar a mi ensayo porque son realmente convincentes, nada alejadas de la realidad, situaciones que nos podemos encontrar en el día a día, e incluso vivimos con ellas en nuestras actividades como alumnos de la ciencia jurídica, y no nos percatamos de que estamos rodeados de tanto jurisprudentes como simuladores; e incluso nos ayudan a concientizarnos; esto es ubicándonos en que situación nos encontramos, y si tenemos cosas que corregir pues empezar a pulirlas para alejarnos lo más que se pueda de lo que es un simulador.
Al final de su obra, deja en claro que su amplia experiencia, en el ámbito del litigio, de la convivencia con tantos colegas que le fueron de gran estima, e incluso maestros tanto directos como indirectos que le ayudaron a formar su perspectiva sobre el abogado y su desenvolvimiento en la juricidad; le inclinaron a expresar su punto de vista sobre los distintos tipos de juristas, su clasificación y percepción; a la vez que aborrecer a los que se dicen abogados y que solo opacan la brillantes de los que realmente se esfuerzan por hacer del Derecho la ciencia más respetable de todas, sobre todo porque es quien le da origen, forma y sentido a la sociedad sobre la que están todas las otras ciencias basadas.
CAPÍTULO PRIMERO
NECESIDAD DEL DERECHO COMO ORDEN
NORMATIVO DE LA SOCIEDAD Y DEL ESTADO
El Derecho pertenece al mundo del deber-ser, lo cual hace referencia a que el Derecho es un conjunto de normas que regulan el actuar de las personas; lo cual hace referencia a que tiene un orden normativo jerarquizado, el cual busca el orden social y tiene como objetivo la justicia normativa. Este brota de la necesidad de la sociedad por regular sus relaciones; no se puede decir que existe sociedad si no existe Derecho, puesto que este es quien le da la estructura a la sociedad.
La seguridad social debe ser un elemento de la justicia que pretende alcanzar el Derecho, aunque no parezca algunas veces justo, en el sentido ideal debe ser así; la justicia no se puede impartir si primero no se otorga seguridad a la sociedad, la seguridad social es quien garantiza en el sentido ideal la justicia.
Actualmente, bastantes corrientes ideológicas dicen que el Derecho está en crisis o que este no está a la altura de los cambios de la sociedad, por lo que lejos de ser una herramienta normativa es un obstáculo. Esto lo dicen porque no saben lo que es el alcance del Derecho; que este abarca la regulación de las diferentes corrientes que van surgiendo en la sociedad, y hace de ellas un registro y organiza de forma normativa sus relaciones entre si en uso de la sociedad.
El Derecho no es una infraestructura ni una superestructura de la sociedad, no se somete al tiempo ni al espacio, es de dimensión formal, lo que da y hace a la sociedad su orden normativo. Muchas de las críticas del Derecho van dirigidas hacia el contenido de las normas jurídicas, siendo que estas son las que están siendo vulneradas por el fenómeno de las corrientes ideológicas saltantes de la sociedad, las cuales deben ser encausadas a seguir aquellas normas; ya que es el Derecho quien le da forma y estructura a la sociedad.
CAPÍTULO SEGUNDO
SEMBLANZA DEL JURISTA
El jurista es un artista del Derecho. Es quien debe darle forma y orden a este para poder vigilar la aplicación de justicia que por medio de la seguridad social el Derecho da estructura y formalidad al Estado. Su tarea nunca se acaba, puesto que siempre esta en continuo cambio, conforme a los cambios que la sociedad misma vaya necesitando, y para esto tiene que ser un abogado libre.
El ser libre le implica no pertenecer a ninguna institución de carácter público o privado, ni a alguna empresa, ni a algún patrón, le implica ejercer con completo dominio de su profesión y tiempo, la función de abogado que se ha designado. Debe ser él su propio jefe, tener carácter de mando; tener la libertad de defender al rico o al pobre, no teniendo la característica de obediencia. Estos son los verdaderos abogados, aquellos que están en completa libertad de interpretar el Derecho en tiempo y forma cuando se les pida patrocinio. Es una tarea difícil, principalmente por este mundo que cada vez es más competitivo, pero quien lo logra, no dará precio alguno por su tarea de interpretación del Derecho. Principalmente porque el jurista busca y defiende la verdad, es su escudo en la batalla, dándole autenticidad al jurista que debe ir siempre con él, siendo la tarea de alcanzar la justicia garantizada por el Derecho una obligación del jurista.
CAPÍTULO TERCERO
LA CULTURA JURÍDICA
La cultura, es la búsqueda de la perfección del conocimiento, que desea atraer todo lo que se pueda y deba ser conocido. Así mismo sucede con el Derecho, el cual en su complejo y abstracto sentido, se busca la perfección de la aplicación de este, invariablemente de la cantidad de ramas que tenga. Por lo que el jurista es también un científico y un artista, que busca perfeccionar al Derecho.
a) El Derecho como Ciencia
El jurista, debe entender al Derecho como Ciencia, tiene que desentrañar el más remoto conocimiento que del Derecho se tenga, y saber interpretar su legislación.
De nada sirve al Jurista aprender de memoria legislaciones enteras, lo que realmente importa es que el Jurista sepa como interpretar la ley y aplicarla a las diferentes situaciones que se presenten, que invariablemente son ilimitadas; así como las diferentes nociones que el Derecho tiene, que comprenden las disciplinas humanísticas y positivas, así como todas las disciplinas deontológicas y científicas; que hacen del Derecho indudablemente la Ciencia más extensa del saber humano, sin menoscabo de la su interpretación legal.
b) El Derecho como arte
El arte es el quehacer del espíritu del hombre, el cual alcanza su perfección mediante la práctica. El jurista debe practicar la jurisprudencia del Derecho para hacer de esta un hábito que lo convierta en un arte de interpretación de la ley, con el objetivo bondadoso de alcanzar la justicia.
c) El Derecho
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