El Lenguaje De Los Abogados

INTRODUCCION

En el presente trabajo se hace un breve análisis acerca del libro titulado “El lenguaje de los abogados” del autor Manuel Ovilla Mandujano.

El propósito principal de este libro es hacer énfasis a los conceptos jurídicos fundamentales que se manejan en el ambiente de los abogados, pues si bien es cierto para todo abogado es indispensable saber expresarse, pero debemos saber cómo expresarnos.

Nuestro lenguaje en nuestra ocasión puede ser ambiguo y ambivalente, así mismo debemos tomar en cuenta que este lenguaje debe ser entendible para la sociedad con la que tratamos, ya que, como todos lo sabemos nuestra profesión en precisamente eso, el trato siempre con la sociedad; cuando la sociedad cambie, el derecho también lo hace, por esto es indispensable que nuestro vocabulario sea entendible en toda la extensión de la palabra, para no crearnos conflictos sobre que queremos dar a entender y lo que en realidad se entiende..

Manejar los conceptos jurídicos fundamentales, la comprensión y la explicación que guardan entre ellos permite moverse perfectamente en los ambientes jurídicos, así pues estos conceptos son elementos del derecho y conceptos que se encuentran en la reflexión teórica.

A través de la lectura de este libro y con el refuerzo del libro de Teoría del Derecho, podemos hacer mención de que varios autores coinciden en que el elemento fundamental del derecho, el que lo define es la sanción, porque el derecho como técnica de control social, reprime conductas y también las orienta en un tiempo y un lugar determinados.

Por último cabe destacar que dentro del presente trabajo son los diez conceptos jurídicos fundamentales a los que aremos alusión entre ellos encontramos la sanción, el ilícito, el precepto jurídico, la imputación normativa, la obligación, la responsabilidad jurídica, la persona jurídica, el derecho subjetivo la eficacia y validez jurídica, junto con la relación que tienen entre ellos, para así al término de este trabajo, tener más clara la idea de cómo funcionan y poder dominar la manera en que se relacionan los conceptos jurídicos fundamentales unos con otros.

El libro “El lenguaje de los abogados” nos hace alusión a la manera en que los abogados nos comunicamos entre sí, y que además en muchas ocasiones nuestro lenguaje suele enredarse con el lenguaje popular.

En principio debemos hacer una diferencia entre lo que es un Abogado ya que existen diversos teóricos que insisten que el lenguaje es de Juristas. La palabra abogado es más amplia y abarca a todos aquellos profesionales que por diversas razones y circunstancias o gustos, en la diversificación de la actividad profesional, manejan normas jurídicas y el jurista se reduce a una actividad profesional: al conocimiento, construcción y manejo de la ciencia jurídica.

“Por otra parte el lenguaje de los Abogados, a diferencia de otros lenguajes especializados, forma parte del lenguaje común, lo cual no les ocurre a los médicos, a los arquitectos o a los químicos… los Abogados transitan sobre dos aguas, en sentido metafórico. Están dentro de un lenguaje cotidiano y su propio lenguaje es también lenguaje cotidiano.”

La profesión del abogado es muy antigua, en el siglo XIX ser abogado era sinónimo de litigante, poeta, escritor, periodista, político y humanista. Era la profesión de éxito junto con la de cura y soldado. Todo abogado moderno tiene un lenguaje propio. Este lenguaje descansa sobre la concepción del derecho que se tenga.

El lenguaje surge de las necesidades comunicativas del ser humano, el lenguaje desempeña funciones como instrumento de comunicación, como el derecho. El derecho como lenguaje se utiliza a través de la expresión directiva, ya que utiliza el lenguaje con el propósito de originar o impedir una acción humana.

“John Austin (siglo XIX) con certeza decía que los conceptos que utilizan los abogados, son breves signos que representan largas series de proposiciones. Y lo que agrava la dificultad de exponer claramente su significación es la conexión íntima e indisoluble que existe entre ellos. Determinar la significación de cada uno y mostrar la relación en que se encuentra con los demás, no es empresa a la que pueda darse cima con definiciones breves e inconexas, sino algo que requiere una investigación amplia, complicada y coherente.”

Los conceptos que los abogados utilizan pueden ser tan complicados, que a veces entre ellos mismos les resulta difícil entenderse.

Así pues para poder desarrollar perfectamente el tema del lenguaje de los abogados como primer punto debemos tener claro que es el derecho, si bien el derecho es reflejo de un tipo de sociedad determinada, es además un producto histórico, lo que quiere decir que cambia, el derecho ofrece una doble visión por un lado es control y por el otro, ideología. Como control, indica, señala, califica. Y como ideología es un discurso donde los secretos dominantes de una formación social materializan su modelo de desarrollo y los sectores dominados ven cristalizadas sus demandas, esperanzas y aspiraciones.

La primera nota, como técnica de control social que distingue al derecho, es que aparece como fenómeno normativo, desprendido de la realidad social, con autonomía propia. Reducido a norma, es proposición, indicación, señalamiento, calificación. La proposición jurídica es imperativa, conlleva a la coacción. La función del derecho es mantener un orden social y por lo tanto tiene que regular las conductas de los hombres, que en su sentido amplio, son juzgadas de modo distinto por el derecho, según sea la intención del controlador social.

La segunda nota que descubrimos en el derecho, es su carácter coactivo. La sanción es norma que prescribe en un acto humano. Es la reacción contra actos calificados de ilícitos, por quienes ostentan el poder político en una organización estatal.

El dominio del lenguaje técnico jurídico permite desenvolverse con soltura en los ambientes del derecho. El lenguaje técnico también llamado aparato conceptual o conceptos jurídicos fundamentales, es una abreviatura de la realidad normativa en la que se da el derecho actual. Los conceptos jurídicos fundamentales en una teoría del derecho se basan en proposiciones elementales.

“Rafael Preciado Hernandez (1909-1992), afirma que pueden ser de diversa naturaleza: formal unos, o de naturaleza

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