El Mar Y La Serpiente

El mar y la serpiente

En nuestro país se gestó desde 1966 una guerrilla que culminó en 1976 con el golpe de estado autodenominado proceso de reorganización nacional, que dejó un legado de muertos y desaparecidos que marcó una gran página de la historia argentina.

Los personajes de la historia fueron: la narradora o la niña era una nena vivaz, inocente como toda joven, curiosa, algo introvertida; los padres de la Niña que eran personas valientes sin miedo a manifestar sus ideas y seguir ideales, militando y jugándosela por lo que querían; los abuelos que sólo son nombrados durante la estadía de su madre en cautiverio.

La primera parte se anuncia con el título "La niña" y pone en movimiento su palabra que es a la vez su universo cognitivo, su primer contacto con los dichos de su madre que responde a sus preguntas que dan comienzo a la historia: la desaparición del padre. El llanto de los abuelos, de su madre, escenas familiares que evidencian un duelo, son señales para que nos permitan comprender la magnitud de la tragedia. Pero desde la protagonista, sólo es posible transitar por su desconcierto, su imposibilidad de comprender lo que ha ocurrido. Las mudanzas la enojan y la entristecen porque no le son explicadas. La información sobre la muerte de su padre le llega por la mitad: un accidente, un infarto. La madre amortigua el dolor con una explicación religiosa que intenta sostenerla en la pérdida. Su permanencia en una pequeña casa junto al mar se convierte en una construcción reparadora que se verá interrumpida con un nuevo traslado a Buenos Aires. La fantasía de la niña coloca al mar como el sitio de encuentro con el padre.

La segunda parte titulada "La historia" despliega los detalles que van surgiendo de la madre en la medida que la niña, ahora más grande, le va planteando preguntas más específicas. La curiosidad se vuelve exigencia lo que nos deja comprobar datos puntuales como son conocer las causas y el contexto singular de la desaparición de una persona en una fecha exacta, 1974, y responsables nominados, las bandas de la Triple A.

El relato incluye el pasaje del secuestro a la madre durante un período en calidad de detenida-desaparecida en 1976 con la llegada de un falcón con 5 militares: la tortura, las humillaciones, los ojos vendados, como se denominaban las celdas en las que transcurrían los días de los detenidos donde La serpiente, un juguete precariamente confeccionado con trozos de tela durante el cautiverio de su mamá, cobra vigor, es símbolo del amor y la esperanza de recuperación de un tiempo perdido.

La tercera parte que se titula "La decisión", presenta a la protagonista provista de un desenfado lingüístico que la impulsan a formular apreciaciones sobre su historia, su madre, y la escuela, en términos que definen el pasaje de la niñez a la adolescencia. El discurso corresponde efectivamente a una adolescente

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