El Psicoanalista John Katzenbach

El autor John Katzenbach nos relata una interesante novela de cómo cambia la vida de un psicoanalista tras recibir una carta que lo amenaza. Tiene que decidir entre suicidarse u observar como alguno de los integrantes de su familia podría ser destrozado mientras el se siente responsable. Se divide en tres partes donde todo transcurre de manera adictiva. Y en cada una de las partes se desarrolla una temática diferente dentro de la historia.

PRIMERA PARTE

UNA CARTA AMENAZADORA

Todo ocurre en la transitada y muy visitada Nueva York. Esta prometedora novela del autor John Katzenbach comienza relatando como es la vida de un psicoanalista llamado Frederick Starks. Quien lleva una vida digna de la tranquilidad a sus 53 años. Es fan de la rutina y piensa que es lo mejor que puede hacer como psicoanalista.

Observa día a día la realidad en la que vive, como los pacientes adinerados que tenia cada día en su consulta, se quejan de lo que esta a su alrededor y tan solo espera el día en el que cada una de las personas a las que conoce se den cuenta de lo que verdaderamente los rodea.

Es el día de su cumpleaños #53 y reflexionaba en su casa sobe las cosas que el pensaba de la realidad. Su padre había fallecido joven, 53 años, igual que los que el cumplía ese día. Su esposa había muerto tres años perdiendo la vida siendo arrebatada por la enfermedad que el día de hoy simplemente Frederick odiaba; cáncer.

No habían tenido hijos, ya que en el tiempo en que pensaban si realmente seria la mejor decisión, su esposa se entero de que estaba enferma y se dedicaron a visitar frecuentemente hospitales para su recuperación.

Cuando su esposa falleció, Ricky vivió una vida de completa rutina, se levantaba a la misma hora, desayunaba prácticamente lo mismo, sus pacientes llegaban puntuales a la hora que habían sido citados para ser escuchados por un hombre que esperaban resolviera su modo de ver las cosas. Estos tenían una forma peculiar de tocar el timbre a la puerta de la consulta del doctor Starks; debían hacer dos llamadas cortas, una tras otra, seguidas de una tercera, más larga. Todo esto era para saber que quien estaba a la puerta seria uno de sus pacientes esperando a consulta.

Estaba terminando la sesión con un inquieto y antipático paciente llamado Roger Zimmerman, quien es necesario mencionar, tenia una idea bastante mezclada sobre su vida y llevaba tiempo en su consulta, si bien no notaba un avance enorme, pero lo que podía destacar, es que no estaba como llego. Mientras pasaban los últimos minutos de consulta, escucho a la puerta el timbre que los pacientes debían tocar cuando indicaban que estaban esperando por el, miro el reloj y noto que ya no era hora de consulta, echando un vistazo a la agenda corroboro que Zimmerman era su ultimo paciente del día, como cualquier otro, el siempre era el ultimo. El timbre también desoriento al paciente, quien se sintió inquieto por saber que probablemente el no seria el último del día. Tomo sus cosas y salió de la consulta, acordada su cita al día siguiente, día en que el doctor dejaría el diván de todos los días para ir a su casa en Cape Cod para tomar unas vacaciones, las cuales eran un rutina cada año desde que junto con su esposa, compro aquella vieja casa de campo.

Al momento en que Zimmerman dejo la consulta, Ricky salió a ver quien tocaba a la puerta, tras encontrarse con la sorpresa de que no había nada mas que un sobre esperándolo ansioso por ser abierto y como si el sobre tuviera ojos, poder admirar la reacción del destinatario al leer lo que el contenía.

Dentro del sobre había dos hojas mecanografiadas. Su cara palideció completamente al leer el primer verso que estas contenían:

Feliz 53.° cumpleaños, doctor. Bienvenido al primer día de su muerte.

El resto de la carta simplemente sugería de forma no muy sutil que el remitente de la carta esperaba que se suicidara, si no lo hacia el se encargaría de destruir a uno de sus familiares. Las razones que le daban era que el doctor Starks arruino su vida. Era cosa de el descubrir quien era y de que manera causo eso en la mente de la persona.

En la carta mencionaba que desde ese día comenzaría un juego, tenia quince días para descubrir quien era, o suicidarse, o si dejaba por un lado las dos opciones anteriores, ver como alguien era sacrificado bajo su responsabilidad y conciencia. Le daría la oportunidad de realizar tres preguntas a su oponente, ¿El medio? Las publicaría en el New York Times y serian respondidas en 24 horas. El oponente le proporciono una lista con todos sus familiares, le dio miedo imaginar como había conseguido todos los datos de las personas que ni el conocía bien, puesto que siempre vivió alejado de la familia. La carta iba firmada a nombre de Rumplestiltskin.

Pensaba que ignorar el mensaje seria lo mejor, tal ves seria una broma pesada de alguien que no encontraba que hacer con su tiempo. Pero por otra parte, algo le advertía que no debía ignorarlo. Llego a la conclusión de que llamar a sus parientes para ver si algo extraño les había pasado, así confirmaría si solo era una broma o si era algo real.

Tomo el teléfono y comenzó a hacer llamadas a las personas que estaban en esa lista. Todos lo recibían con un tono de sorpresa e incluso algunos se mostraban algo inquietos y molestos con su llamada, no entendían lo que tenia que suceder para que el tío, primo, sobrino que había desaparecido por tanto tiempo de su vida, hoy llamara haciendo la pregunta más idiota: ¿Te ha ocurrido algo extraño?. Todos lo tachaban de loco.

Sentía una sensación extraña con el simple hecho de saber que ni si quiera conocía mas que de vista a la mayoría de las personas de la lista.

Llego a un nombre que le parecía peculiarmente conocido, además de que sabía que era de su familia. Luego recordó que era su sobrino quien estaba anotado en esa lista con el nombre de Timothy Graham. Ricky era el menor de los hermanos y Timothy era hijo de su hermana mayor. Cuando su sobrino contesta la llamada supongo que Ricky debió de notar que algo estaba mal, el hombre estaba vuelto loco, no dejaba de mencionar que justo el día del cumpleaños #14 de su pequeña, un pervertido se lleva su inocencia, decía que necesitaba hacer algo, y cuando se dio cuenta de que estaba al teléfono hablando con su tío le dio una explicación. Alguien en la escuela de la niña había puesto en su casillero una linda tarjeta de cumpleaños, ella pensó que seria un detalle de alguno de sus amigos, pero cuando la abrió, descubrió fotos muy graficas de pornografía.

En ese momento Ricky comenzó a comprender que era algo importante no rechazar e ignorar la carta. No podía ser una simple casualidad que comenzara con un pequeño acto de violencia hacia la hija de su sobrino, la que cumplía

...