El Retorno Del Ciudadano

Para comprender el concepto de ciudadanía, es necesario tomar en consideración dos puntos, el primero encuentra una estrecha relación acerca de la idea de los derechos individuales y el segundo se enfoca en la relación que existe con una comunidad especifica, siendo mediante la participación y actitud que tengan los ciudadanos, lo que llegue a conformar una democracia basada en las propias cualidades de quienes son los encargados de que ésta se logre de manera efectiva y estable. Sin embargo, existen dos “peligros” dentro de la llamada teoría de la ciudadanía: la relación entre los ciudadanos con el propio Estado además de la pertenencia y calidad del ciudadano en cuanto a su participación, lo que se verá a continuación.

Partiendo de la idea acerca de lo expuesto por T:H: Marshall, acerca de que la esencia principal de la ciudadanía es que todos los miembros sean considerados por igual y así lograr que éstos obtengan derechos tanto civiles como políticos, logra además una inclusión que se ve reflejada en la idea acerca de la necesidad de un Estado de bienestar que asegure el cumplimiento de estos elementos y evitar de cierta manera, que no existan grupos marginados a pesar de los problemas que puedan surgir en las sociedades modernas.

Ahora bien, es importante resaltar el papel que jugaron tanto la Nueva Derecha como la izquierda, encontrando argumentos que generaron un cambio de pensamiento, (principalmente en el caso de la izquierda), pues se enfrenta al hecho de que sea el Estado de bienestar el que no permita que los ciudadanos adquieran ese papel fundamental dentro de la sociedad como agentes activos, más bien, se les comprende dentro de un rol transformado a la realidad económica más que política y social, dejando de lado la idea que implica la participación, es decir, la responsabilidad y el derecho que otorga, sin importar a quienes se apoye, pues “Como lo afirma Walzer, súmate a la organización que prefieras no es un slogan para reanimar a los militantes políticos, sino lo que la sociedad civil requiere”. (Kymlicka, 2002 pàg. 4)

Pero es también por esa razón, que la idea de responsabilidad debe tomarse en serio y considerarse que existe una crisis de identidad que no permite una total inclusión, siendo parte importante el que a ellos se les considere como miembros activos y así comenzar la construcción de bases sólidas no únicamente de una cuestión de derechos y obligaciones, sino poder lograr una cohesión a través de la identidad y sino se trata de conformar una sociedad heterogénea en el sentido de la voluntad de partición, sí se puede considerar el hecho de que comenzaría una transformación incluso hasta cultural, llevándola al plano de lo político y social, fortaleciendo además, al propio sistema que permite esta integración.

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