El Retrato de Dorian Gray
Enviado por Tania Guamushig Aimacaña • 16 de Junio de 2017 • Ensayo • 694 Palabras (3 Páginas) • 107 Visitas
Miedo a la sociedad
Toda acción comienza con un pensamiento o idea. A pesar de ello no todo lo que pasa por la mente es llevado a cabo. Independientemente del lugar en el que se habite, “el terror de la sociedad, que es la base de la moral; el terror de Dios, que es el secreto de la religión... Estas son las dos cosas que nos gobiernan” (Wilde, O., 2009, p.122). Absolutamente de acuerdo con Wilde, por lo tanto, no existe persona que se encuentre libre de hacer todo lo que piensa debido al terror. Este miedo es reflejado cuando se mantiene una apariencia. La personalidad depende muchas veces de encajar en una sociedad o cultura. Existen otras personas que rompen esta ideología. Estas personas se atreven a realizar acciones que no todos lo harían. Las personas que lo hacen suelen llegar a ser admiradas, como un modelo de inspiración. Existen también pensamientos que es mejor no realizarlos, aquellos son los que mantienen un equilibrio en la sociedad.
El miedo a la sociedad determina lo lejos que podemos llegar en nuestra vida. No toda acción que es mala en una cultura, lo es en todas. La sociedad influye mucho en la forma de actuar de una persona. Si en una cultura determinada no se hace las cosas como se acostumbran en ella, una persona puede ser tachada con los más bajos términos que pueda haber. Cuando esto sucede lo normal es no volver a realizar dicha acción. La huella que dejamos en nuestra vida también depende de las grandes hazañas logradas, sin embargo no todas son permitidas. La moral no es otra cosa que el comportamiento humano en cuanto al bien y el mal en una comunidad, el conjunto de costumbres y normas que se consideran buenas para dirigir o juzgar. Llegar lejos es cumplir metas y realizar hazañas, estas hazañas pueden ser truncadas por una sociedad que no puede comprender algo diferente y nuevo para ellos. Por lo tanto “el verdadero misterio del mundo es el visible, no el invisible…” (Wilde, O., 2009, p.127).
Existen ideas y acciones que son mejor no realizarlas. El miedo a la sociedad influye para que dichas acciones se detengan. El pensamiento es libre de imaginar lo que sea, inclusive lo irrealizable e inmoral. Las acciones malas existen, por ejemplo: robar, matar, mentir, entre otras. La influencia de quienes tenemos en nuestro entorno son los límites para llevarlas a cabo, esta influencia puede ser buena o mala y seguir sus pasos nos pueden llevar directo a la perdición y la muerte. “Cuando somos dichosos somos siempre buenos: pero cuando somos buenos no siempre somos dichosos” (Wilde, O., 2009, p.191). Lo que no debemos hacer en muchos casos es precisamente lo que queremos hacer y de ello dependerá nuestro destino dentro de una sociedad. Las apariencias engañan, pero si esa apariencia detiene algo malo, es mejor conservarla que mostrarla. El poder hacer las cosas malas sin que la sociedad lo note sería una perdición, una perdición sin vuelta atrás. Dejar que los pensamientos malos influyan por encima de la llamada moral rompería los límites que esta nos impone.
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