El abuelo más loco del mundo
Enviado por marat11 • 1 de Abril de 2016 • Resumen • 3.964 Palabras (16 Páginas) • 1.146 Visitas
EL ABUELO MAS LOCO DEL MUNDO
Roy Berocay
A donde ir
Los padres de Marcos deben ir de viaje por 15 días, lo han planificado por mucho tiempo, pero tienen un inconveniente….donde dejar a su hijo Marcos, los padres no logran ponerse de acuerdo, ya que la opción del abuelo Felipe no agrada a la mamá de Marcos. Lo encuentra medio loco y distraído y teme que le pase algo a su hijo. El padre en cambio cree que exagera y que la única opción viable es el abuelo.
-El abuelo es delgado, pelado y de cara cómica, le gusta leer novelas de policías y escuchar música extraña. Vivía cerca de la playa en una casa que el mismo había construido.
-Marcos pensó que ese viaje podría ser una aventura y pensó que entre las cosas que no debían faltar en su viaje estaban los lápices para dibujar y su pelota de futbol
La casa de la playa:
El padre de Marcos lo lleva la casa de su abuelo, una casa blanca y pequeña de techos bajos y una torre enana que hace tiempo no visitaba. Al llegar estaba tal como la recordaba. Bajaron del auto y extrañamente no encontraron a nadie y el padre salió a la playa a ver a Felipe, lo encontró y se disculpó por no estar presente ya que no acostumbraba a usar reloj. Saludó a su nieto con una caricia en la cabeza lo que despeinó a Marcos, que luego de acomodar su cabello se acomodo en el cuarto de arriba, el de la torre en el segundo piso. Después de darle unos cuantos consejos típicos de los padres, eso de portarse bien, hacer caso a los mayores y evitar realizar tonterías, se retiró quedando solos el abuelo y su nieto. Felipe le indicó que luego que se acomodara bajara ya que necesitaba ayuda para un experimento que estaba realizando.
El milagro de soda
Muchas tubería de goma………la………..el experimento del abuelo consistía en disponer de soda en rodar las llaves de la casa. El experimento no salió muy bien y se retirándose al comedor donde Jorge se percato que había libros, discos, un toca disco, una radio antigua de tubos y lo que más le amargaba:………………….estaba pensando lo mucho que se aburría sin televisión cuando golpearon la puerta barias beses y al abrir el abuelo una mujer pequeña y gorda entro a la casa un poco agitada y le conto al abuelo que en todas las casas de la cuadra el agua se avía convertido en soda, lo que ella catalogo como un milagro una señal del cielo. La mujer se retiro y el abuelo nada dijo de su experimento. Al preguntarle porque no dijo que había sido el, me respondió que Rosario era una mujer muy religiosa y que sería feliz y que eso era más importante que un experimento a quien lo abra realizado. Puso un disco en su toca disco y comenzó a tararear aquella música.
Un susto horrible
Marcos se acostó y pensaba que otra sorpresas la depararían los siguientes días, ya que con el abuelo nunca se sabe. No tenía sueño y mientras pensaba noto un sonido raro algo como un flap flap que inundaba todo el cuarto, dedujo que no venía de fuera de la casa, más bien de su interior. Era extraño ya que aquella noche no corría viento más miro uno de los cuadro del abuelo notando que se movía el barco que había allí pintado…sintió temor y quiso salir corriendo, pero se tranquilizó y se acercó lentamente al cuadro mencionado, de improviso la vela del barco comenzó a agitarse y luego salieron volando por la ventana. El como era lógico salió corriendo escaleras abajo al cuarto de su abuelo estaba asustadísimo y trato de explicar lo que había sucedido pero las palabras no le salían. Su abuelo que había despertado por los gritos del niño pidió que se calmara para que le explicara porque había bajado corriendo como loco el joven mas calmado pudo darse a entender y luego de su relato su abuelo echo a reír, le explico que lo que había visto no era un fantasma ni nada parecido, sino, Casimiro un murciélago que vivía hace unos meses en el cielo raso del techo y que no se preocupara ya que era como una mascota de la casa y además era inofensivo ya que solo comía insectos lo que era beneficioso ya que permitía librarse de los molestos mosquitos.
El abuelo ofreció cambiar de cuarto, pero Marcos se hizo el valiente y volvió a subir. Trato de dormir pero esta vez escucho voces que provenían de fuera de la casa, miro por la ventana y vio a tres individuos que portaban bolsas negras, esto le pareció sospechoso ya que murmuraban que iban a enterrar o tirar algo. Como los sujetos caminaron hacia la playa, decidió esperarlos para recoger mayores datos de lo que tramaban ya que no quería despertar al abuelo por segunda vez por nada. No supo cómo pero el sueño lo venció y se quedó dormido en la ventana.
Bolsas en la playa
El abuelo se levantó temprano y subió a despertar a su nieto para que bajara a desayunar. Este así lo hizo y le contó lo de los tres hombres sospechosos que había divisado durante la noche y que a él le parecían por su aspecto como criminales o malhechores. Como la forma de actuar de los individuos era extraña el abuelo quedó pensativo. Le pidió que terminara su café con leche ya que irían a la playa a investigar. Salieron y enfilaron al destino señalado al que arribaron con rapidez y comenzaron a buscar cualquier evidencia que se pudiera relacionar con los sujetos. No pasó mucho tiempo cuando divisaron las tres bolsas negras que había visto Marcos en manos de los sospechosos. Este le señaló al abuelo del lugar que aparentemente provenían los tipos, un galpón gris a los lejos. El abuelo estaba molesto ya que el lugar donde vivía era un paraíso y la gente no cuidaba. Por lo mismo le indicó a su nieto que se le había ocurrido un plan maravilloso para darles una lección a los que habían hecho tamaño atentado al medio ambiente. Nadie se imaginaria que sería el comienzo de un lío mayor en el que se verían envuelto los dos.
Gabriela
Marco Salió a caminar por las angostas calles de la pequeña localidad, miraba con curiosidad las casas blancas adornadas con tejas rojas en los techos, mientras las personas se desplazaban en bicicletas que le parecían antiguas, hacía frío y al llegar a una esquina le sucedió algo muy extraño, algo que no sabía explicar, sentada sobre un tronco caído al lado de unas cabañas, había una chica mirándolo, la que luego bajó la vista al verse observada y disimulaba ojear una revista. Lo miró nuevamente y le sonrió. Marcos estaba muy nervioso y no sabía qué hacer, estuvo a punto de salir corriendo pero se contuvo. Le contestó algo sin sentido y ella aprovechó para observar que no era de ahí. Marco le explicó aun nervioso que estaba de vacaciones donde su abuelo Felipe señalando la dirección de la casa y ella le indicó que lo conocía, que era amigo de su abuela Rosario y que además todos en el pueblo lo conocían. Estaban en esto cuando Rosario apareció y al verle le saludó y acto seguido Gabriela se despidió y entró a la casa. Marcos caminó de regreso a casa de su abuelo y se notaba aun nervioso por este impensado encuentro. Notó que algo recorría su estomago, algo que no alcanzaba a comprender. Cuando arribó al hogar su abuelo escuchaba blues, una música que según su abuelo era como la vida, tiene cosas raras y a la vez es maravillosa. Se le veía contento y le aclaró porque había vendido un cuadro mientras seguía moviéndose por la casa escuchando a Robert Johnson, un gran guitarrista según él.
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