El análisis de las fábulas de Jonathon А. Flaum
Enviado por gjussto • 6 de Marzo de 2012 • Reseña • 605 Palabras (3 Páginas) • 654 Visitas
Dicen que es posible crear un clima de trabajo donde reine la creatividad y la innovación, en la que el jefe es la pieza clave que favorece esta situación. Adelante: vea cómo.
Jonathon A. Flaum recurre a una fábula en su libro, El pez de papel que aprendió a nadar, para explicar a los lectores, y sobre todo a los directivos, que es posible potenciar la creatividad en las empresas. Para ser franca, antes de leer la sencilla historia de una maestra de origami ?arte japonés del plegado de papel? que hace un pez que cobra vida y se lanza a vivir al océano, era bastante escéptica al pensar que de ahí se pudieran sacar conclusiones y enseñanzas aplicables al mundo empresarial. Sin embargo, y quizás por esa desconfianza, la obra de Flaum me ha sorprendido y gustado. Es sencilla, no hace falta ser un experto en gestión de personas para comprender su mensaje, y, lo más importante, sus propuestas y recomendaciones son factibles y no requieren ni grandes cambios ni inversiones desorbitadas.
Clima distendido=creativo
El autor, experto en consultoría de creatividad y comunicación en las organizaciones, defiende que para que surja la creatividad lo primero es tener un clima laboral distendido, relajado, donde las ideas puedan fluir de forma natural sin temor a las risas y las críticas. De esta forma, el empleado comprenderá que sus aportaciones hacen crecer a la empresa y sobre todo a él mismo.
De acuerdo, estoy con ustedes, hasta aquí nada nuevo que nos hayan contado mil veces. Sin embargo, lo original de la propuesta de Flaum es cómo potenciar y dar rienda suelta a la imaginación. Primero dice a los directivos que para dar un empujón a la innovación es esencial saber elegir a sus colaboradores. A lo largo del libro emplea muchas veces el símil del mundo del cine, y en este caso asegura que "el casting es el noventa por ciento del trabajo del director". A partir de ahí, hay que crear una etapa de autonomía para que el talento individual florezca. "Dependiendo de la complejidad del problema, el gerente puede dar a los miembros del equipo medio día, un día entero o, en algunos casos, hasta una semana de tiempo libre en la cual se les libera de sus funciones y pueden dedicarse al proceso creativo que lleva a la innovación", defiende Flaum.
En ese tiempo unos viajarán en coche o asistirán a un concierto y otros ojearán revistas. Es una propuesta poco común, pero que el autor asegura que da muchos y buenos resultados, porque de ahí, surgirán ideas. El siguiente paso es compartirlas con el equipo. En este punto es fundamental manifestar curiosidad, no críticas. Desprendernos de esa tendencia natural que tenemos a examinar un argumento con miras a encontrarle defectos y también olvidarnos de que cuando alguien nos cae bien solemos admitir sus propuestas sin valorarlas plenamente.
El papel del gerente
Para que todo
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