El caballero estaba muy aferrado a su armadura, tanto así que no se le veía sin ella, comenzaba a comer y a dormir con ella puesta, hasta que hubo un tiempo en que no se la quitaba para nada

El caballero estaba muy aferrado a su armadura, tanto así que no se le veía sin ella, comenzaba a comer y a dormir con ella puesta, hasta que hubo un tiempo en que no se la quitaba para nada, su familia ya ni recordaba el aspecto del caballero. El hijo del caballero, deseaba ver a su padre sin esa armadura, y lo único que tenía, era una foto de él. La mujer del caballero le dijo que parecía que amaba más a la armadura que a su propia familia, así que le planteó que si no se la quitaba, se marcharía ella con su pequeño hijo. Así que el caballero, aceptó, pero cuando intentó quitarse la armadura, no pudo, la armadura estaba aferrada a él. El caballero corrió hacia el herrero para pedirle su ayuda, pero ni él pudo.  

El caballero emprendió un viaje hacia el castillo del rey, y ahí se encontró a “Bolsa Alegre” un bufón del reino, el bufón, le dijo que el Mago Merlín podía ayudarle con su problema, un mago que vivía en un enorme bosque.  Su viaje duró muchísimos meses, pues no lograba encontrar al mago, hasta que un día extrañamente se sentía tan cansado, lo encontró. Este, le dijo que bebiera de una copa un líquido algo extraño, y el caballero lo bebió con una pajilla, el mago le dijo que era la vida. El mago le enseñó varios senderos, y le dijo que debería de elegir uno, y necesitaba seguir el sendero de la verdad, el cuál no era fácil, era estrecho y muy empinado, con ciertos obstáculos y unos castillos, pero el caballero sabía que necesitaba ir por ese sendero. Merlín le explico que necesitaba quitarse esa armadura no solo por su familia si no por el también, y al llegar al final del camino, el caballero podría deshacerse de la armadura por completo.  Mientras el caballero, la ardilla y Rebeca (una paloma) caminaban por el sendero, se fue haciendo de noche entonces, todos decidieron dormir y descansar, al día siguiente, al caballero, se le cayó la visera, y podía ver todo mejor, él no comprendía cómo había pasado esto, pero ambos animales le dijeron que había sido por las lágrimas que derramó cuando vio la carta de su hijo en blanco, entonces fue ahí cuando el caballero comprendió que los verdaderos sentimientos, serían los que le ayudarían a quitarse la armadura.

Luego de mucho caminar, se encuentra con el primer castillo, el castillo de la soledad, al entrar a este, el caballero se encuentra con el rey el rey le explica que para poder avanzar en el castillo, necesita encontrarse a sí mismo, aprender a oír y reconocer todo lo que él sentía. El caballero comenzó a escucharse así mismo notó que tenía una voz interior, su verdadero yo y esta se hizo llamar Sam, al aceptarse, comenzó a abrir las puertas del castillo hasta llegar al final y salir de él.

El caballero continuó su recorrido hasta llegar al castillo del conocimiento. Este segundo castillo estaba totalmente a oscuras. El caballero comenzó a reflexionar y a llorar por su familia, se dio cuenta de que en realidad la necesitaba y extrañaba muchísimo, entre llantos, se encontró un espejo, en el cual al principio le daba miedo mirarse, pues él pensaba que vería a una persona fea, pero, cuando junto el valor para mirarse, para su sorpresa, estaba reflejado en el espejo un hombre amoroso y generoso, finalmente se había auto-reconocido. Luego de esto, encontró un manzano y un río en cual, el caballero decidió tomar agua, y notó que la parte de los pies de la armadura, comenzaron a oxidarse, y fue así como el caballero superó el castillo del conocimiento.

Luego el caballero continuó por el camino hasta encontrarse con el tercero y último castillo, el castillo de la voluntad y de la osadía. Al entrar, lo primero en encontrarse fue a una gran dragón y al no contar con su espada para luchar contra él, el caballero se vio en la necesidad de tener que huir. Rebeca le dijo que el dragón era solo una ilusión y que tenía que confiar en sus pensamientos; el caballero avanzo corriendo en dirección al dragón, pero el dragón escupía fuego y el caballero sintió el calor de las llamas, se volvió a retirar y por segunda vez, regresó a con el dragón, mientras el dragón escupía fuego  el caballero no sintió esta vez que lo quemaban sus grandes llamas, luego de esto, el cual fue disminuyendo hasta desaparecer y así fue como el caballero pudo sobre pasar al dragón.

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