El cuento del “banco de oro” y sus efectos en la población peruana

El cuento del “banco de oro” y sus efectos en la población peruana.

Un estudio realizado por los americanos Sachs y Warner en 2001 arribó a la conclusión de que una condición tan aparentemente favorecedora como la abundancia de recursos obstaculizaba el desarrollo de los países, en lugar de favorecerlo. Ello condujo a asumir como una suerte de designio irrevocable el estancamiento económico de nuestro país, entendido a través de tantas generaciones como rico y fértil. Pero claro, no pasaría mucho tiempo hasta que Brunnschweiler cuestionara los planteamientos de sus colegas, revocando una creencia tan falsa como implantada en el imaginario popular peruano: La idea de un país de riqueza natural exorbitante. ¿De qué manera nos ha afectado esta visión? Es pertinente cuestionarlo.

El pensar que, por nuestros recursos, poseemos ventajas comparativas frente al resto de naciones, como lo señala Contreras (2019), ha servido de validación para un sistema económico escasamente diverso, fundamentado en la extracción indiscriminada. Menor diversificación implica mayor vulnerabilidad ante condiciones de crisis. Es de temer cualquier cambio en la escena global, que provoque la baja en los precios de metales, si la Agencia AFP reporta, de acuerdo con datos de la SNMPE, que “el sector minero es responsable de 10% del PBI, de 60% de las exportaciones, de 16% de la inversión privada y 19% de los tributos pagados por empresas”. Por otro lado, está el innegable impacto ambiental, desestimado por poblaciones que no sufren los efectos más directos de la minería, la tala y la pesca abusiva. El deterioro de condiciones de vida se convierte en un efecto colateral, justificable en aras del progreso.

Otro aspecto preocupante de este pensamiento es su papel en el desarrollo de un patriotismo acrítico. La fuente de orgullo recae en circunstancias fortuitas, en bienes proporcionados por la naturaleza, cuya existencia inicial no depende de nosotros, y que, además, resultan inferiores en cantidad al compararlos con los de otros países sudamericanos. Se podría decir que no es perjudicial porque, al fin y al cabo, contribuye a crear cierta estima por el país, como muchos otros mitos en la historia., sin embargo, resulta cuestionable que de una mentira tenga que surgir el impulso para preservar la naturaleza, por ejemplo. Por otro lado, tiene que reconocerse el riesgo de que esta ilusión se direccione a la distracción de problemas estructurales, que se provoque que el atraso en los sectores educativo, sanitario y económico pierdan relevancia ante logros que no le son propios a la población y al gobierno.

En conclusión, la sobredimensión que históricamente se ha hecho de los recursos naturales del Perú ha impactado negativamente en su desarrollo como país. Obviamente el que se supere esta idea no dará solución inmediata a todos los problemas que nos aquejan, pero es un buen punto partida pues un pueblo consciente es un pueblo que demanda y que está dispuesto a ejercer cambios. Es momento de abrir los ojos y avanzar.

Referencias:

• Contreras, C. (10 de setiembre de 2019). El mendigo y el banco de oro. El Comercio. https://elcomercio.pe/opinion/columnistas/peru-recursos-naturales-mendigo-banco-oro-carlos-contreras-carranza-noticia-ecpm-674246-noticia/.

• Agencia AFP. (20 de agosto de 2020) Minería puede ser el salvavidas para economía peruana en recesión. Gestión. https://gestion.pe/economia/mineria-puede-ser-el-salvavidas-para-economia-peruana-en-recesion-noticia/.

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