El laberinto de la soledad. Resumen
Enviado por gronicki • 21 de Mayo de 2017 • Ensayo • 1.750 Palabras (7 Páginas) • 658 Visitas
A 67 años de la publicación del Laberinto de la soledad debemos hacernos la siguiente pregunta ¿Aún está vigente lo que en el libro referido se plantea? Si y no, aunque la respuesta pueda parecer chocante a lo largo de este ensayo intentaré ampliar, pero sobre todo justificar la respuesta dada.
Entiendo que es muy temeraria la parte de mi respuesta que niega la vigencia de lo que Octavio Paz escribe respecto de los mexicanos, aun así, expondré mis motivos de manera confiada considerando que, lo que nuestro autor hace en el texto citado es tratar de encontrar una explicación que nos ayude a entender el porqué de tal comportamiento del mexicano, por mi parte haré exactamente lo mismo.
En la parte con la que coincido con nuestro gran ensayista, lo que haré es traer el texto a la actualidad y daremos cuanta del porqué de su vigencia misma que seguirá mucho tiempo más.
En la primera parte del libro en cuestión, Paz trata de entender el comportamiento de lo que llama “El Pachuco” y seguramente las conductas y expresiones narradas así eran en los años 50 del siglo pasado y posiblemente lo seguían siendo hasta hace apenas el año pasado (2016), la precisión de mencionar el año es relevante pues hasta esa fecha los Estados Unidos era dirigido por un presidente si bien no era pro migrante, pero si respetuoso de la diversidad cultural que forma y debemos decirlo, a la que se debe la grandeza ese país. La forma peculiar de vestir y actuar de los personajes a los que me he referido, era tal vez, si para mostrar rebeldía instintiva y así mostrarse como algo distinto a su origen, pero también distinto al entorno en el que se encontraban, el cambio estriba en que desde inicios de este año lo que menos quiere cualquier minoría es mostrarse para evitar acrecentar el rechazo de los “americanos” ya que estos invitados por su presidente han sacado a relucir lo que antes era mal visto en ese país y en cualquier otro, me refiero a la discriminación por motivos de raza, nacionalidad y costumbres entre otros.
Por mucho tiempo creímos que el rechazo racial en Estados Unidos había sido superado, en realidad nunca advertimos que todo era una simulación y que ese sentimiento siempre estuvo presente, aunque reprimido, en el país que considerábamos más avanzado en ese y otros aspectos.
¿Dónde radica entonces el cambio de comportamiento del mexicano? Independientemente de haber nacido en un país distinto al de sus padres o bien si fue llevado por estos desde pequeño, ahora este joven o niño en vez de mostrar rebeldía busca desesperadamente integrarse a la sociedad en la que desde pequeño creció y lo hace porque de esa manera se siente a gusto, porque no conoce otra realidad aunque se canse de escuchar esas historias bonitas, en el mejor de los casos, que sus padres le cuenten, el niño escucha sin mucho interés porque esta cierto que ese no es su mundo y nuca lo será, el único mundo que conoce es el que ve a su alrededor y por lo tanto lo hace suyo, de esta manera al paso del tiempo poco a poco va olvidando lo que sus padres le contaban respecto del país de donde estos provenían.
Es así que este niño al llegar a la edad adulta no reconoce otra realidad en la que está inmerso y si a eso le sumamos que dicha realidad que hoy día tiene frente a él es la de discriminar y sacar a relucir viejos nacionalismos, fácilmente se adhiere a ella y con esto se configura aquel dicho que reza que “no hay peor enemigo del mexicano que otro mexicano”, pero esto lo hace sin darse cuenta insisto porque él cree que pertenece a esa sociedad y en muchos casos efectivamente esto es así, ya que son hijos incluso de la tercera generación por lo tanto es fácil advertir que ha perdido todo contacto con la idiosincrasia de sus antecesores. Es aquí donde encuentro la pérdida de vigencia de lo que propone Octavio Paz, si bien en los años en que se redactó el libro que nos ocupa, el capítulo primero de la obra ha quedado superado y solo quedará como una fotografía de lo que en ese entonces se podía decir de los mexicanos residentes en un país que no era el suyo.
En relación con el resto del texto coincido en mucho con él y ampliaré, según mi pensar claro está, en el tema de la religiosidad del mexicano que considero nos ha hecho más mal que bien, siempre fuimos ya por la imposición de nuestros gobernantes, hablo de la época prehispánica, ya por la imposición de extranjeros, entiéndase la conquista, seguidores fieles de deidades y aun lo seguimos siendo, como he dicho principalmente por causa de la imposición, pero últimamente por “convicción” que se cree tener.
Hasta la Reforma que se presentó a mediados del siglo XIX en materia de laicidad, fuimos víctimas del adoctrinamiento como lo he mencionado de quienes para ese entonces ejercían el poder y eso nos convirtió en lo que somos ahora, y lo digo sin tapujos, un pueblo agachón, sumiso, incapaz de hacer valer sus derechos, y en contraste con esto nos hemos convertido a la vez en un pueblo fiestero, la fórmula perfecta que desde los tiempos de los romanos funcionaba; al pueblo pan y circo, pero adecuaré esta frase reveladora a lo que se le dio al pueblo mexicano por mucho tiempo; religión y fiesta, esta receta aún más poderosa que la utilizada por los romanos da cuenta de su efectividad al habernos llevado a donde nos encontramos el día de hoy.
...