El libro “El diablo de los números” escrito por Hans Enzensberger

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El libro “El diablo de los números” escrito por Hans Enzensberger, En esta obra, Enzensberger nos demuestra también que las aplicaciones de las matemáticas no son exclusivas de los más grandes matemáticos y físicos de todas las épocas, desde los antiguos egipcios o desde los antiguos babilonios hasta los más recientes, también son aplicaciones que de no ser por ellas no tendríamos conocimiento de cosas que ahora nos parecen sencillas.

La historia gira alrededor de un niño llamado Robert el cual es presentado como un chico cualquiera de su edad, quien decía: “siempre me toca hacer el papel de tonto” Robert es un niño que siempre tiene pesadillas donde a menudo es devorado por un desagradable y gigantesco pez. O se deslizaba cada vez mas hondo por un tobogán interminable. Hasta despertar bañado en sudor. Robert odia las matemáticas ya que su profesor Bockel hace clases tediosas y poco entendibles, Robert lleva una vida al parecer bastante normal, pero, lo interesante del libro son los sucesos que ocurren cuando Robert conoce a un diablillo en uno de sus sueños y ahí empiezan las aventuras para los dos, el diablillo llamado Teplotaxl quien le explica datos curiosos sobre los números y lo fácil y divertido que puede ser trabajar con ellos cuando los aprendes de una manera adecuada. El libro se desarrolla en doce capítulos los cuales representan doce noches en las cuales Robert aprende un truco nuevo sobre el maravilloso mundo de los números.

Desde la primera noche el diablillo nos habla de las sutilezas del número uno. Una forma de empezar hablar de las matemáticas con chico es preguntando la respuesta de un problema matemático muy sencillo, pero absurdo para Robert quien le hablo de algo similar al problema, con el caso de su profesor de matemáticas quien siempre saca una trenza de su maletín mientras nadie le observa. El diablo le habla acerca del número uno. Con el puedes hacer casi todo, dijo, con él podemos llegar a hacer números infinitamente grandes y con los fraccionarios hacer números infinitamente pequeños.  

En la segunda noche, como de costumbre¸ Robert se escurría. Seguía siendo lo mismo de siempre. Apenas se quedaba dormido. Ya en el sueño desde un bosque de hongos, lo esperaba el diablo quien sentado en una seta de color marrón reía mientras Robert aterrizaba de golpe sobre el blando suelo de musgo. En esta noche el diablo de los números nos demuestra el gran invento del cero. A través de un repaso por las cifras realizadas con números romanos, nos enseña las ventajas que ofrece el sistema decimal y los números combinados con el cero. Además, con él podemos formar las decenas, centenas y millares.

Ya en la tercera noche, (antes de empezar a soñar) Robert empieza a desear la aparición del diablo y a interesarse por la magia de los números. Empieza a aceptar gustoso los retos que éste le pone. Además, Robert se había propuesto demostrar al diablo de los números, que el no se acababa de caer de una higuera. Había que darle a ese tipo en las narices pensó Robert antes de dormirse. Cuando empezó a soñar se encontraba dentro de una cueva, aparecen los números primos, la división y continúa con el cero y lo que sucede cuando dividimos con él. 

En el cuarto sueño, con Robert soñando ya, le reclama al diablillo preguntándole: ¿dónde están? Ahora. A lo largo y a lo ancho no había mas que arena blanca, y detrás de un bote de remos, volcado, en el que se sentaba el diablo de los números, el rompiente. ¡un rincón bastante abandonado! En esta noche llegamos al tema del infinito, las potencias y la raíz cuadrada. Aunque los conceptos se ofrecen manejando cantidades pequeñas, se explica gráficamente el principio y con ello se abre la posibilidad de comprenderlos mejor.
En el quinto sueño ya Robert no soñaba con calculadoras grandes como sofás y cifras saltarinas ahora sueña con agujeros negros un día ya de tanto soñar y cansado le dijo a la mama que ya no iba a soñar más, la mama le dijo que eso estaba muy bien porque cada vez que duerme al otro día se levantaba iba al colegio y traía malas notas. Al empezar el quinto sueño, soñaba que caminaba por un desierto se encontró con el diablillo y le dio agua de coco y le enseño los cómo se hacían los números triangulares y los números cuadrados a Robert le gustó mucho aprender.

Y el diablillo muy contento le dijo que era un aprendiz de brujo de primera clase eso hay que reconocerlo las figuras geométricas aprendemos muchas cosas sobre ellas. La enseñanza de los números triangulares fue muy entretenida ya que el diablo de los numero le pidió a Robert lanzar cocos al piso desde la palmera en la que se encontraban, al caer, los cocos empezaban a forman triángulos, curiosamente ordenados. El diablo le dijo a Robert: en la vida normal nada cuadra, pero en las matemáticas cuadra todo. Luego le enseño los números cuadrados, esta vez con cubitos de hielo.

la sexta noche Robert le dijo al diablo que podía decir que tenía suerte de poder soñar por lo menos con él. El diablillo apreciaba mucho a bonastschi. a veces le contaba lo que iba averiguando, él era italiano por desgracias hace mucho tiempo murió, pero eso no significo nada para el diablo de los números bonastschi fue uno de los primeros que entendió el cero. él no lo inventó, pero se le ocurrió la idea de los números de bonastschi, Robert le dijo al diablo que para que servían los números y el diablo le dijo no te creas que las matemáticas son solo cosas de matemáticos. tampoco la naturaleza sale adelante sin números, pero Robert no se lo creyó el diablo le comenzó a explicar a Robert para que reaccionara el diablo intento a explicarle a Robert de las parejas de liebres. el diablo de los números se fue con bonastschi, su viejo conocido del paraíso de los números, y con los demás, que tramaban allí nuevas diabluras, y Robert siguió durmiendo sin soñar, hasta que sonó el despertador se alegró de que fuera el despertador corriente, y no un reloj de liebre de él que le hablaba el diablo de los números.

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