El nuevo Camino de las lagrimas de Jorge Bucay

El camino de las lágrimas, una obra literaria de Jorge Bucay, un psicoanalista que nos enseña a afronta una de las situaciones más complejas y delicadas de la experiencia humana, la pérdida de algo o alguien especial.[pic 1]

Empezando el camino…Explica qué ocurre en nuestro interior en el momento de producirse la pérdida de un ser querido o en el momento en que somos conscientes de dicha pérdida, los razonamientos que se hacen, las culpas que se sienten. Nos pone como tema las perdidas, ya sean de personas, materiales y hasta personales. Claro, no es igual perder a una cosa material a un familiar pero el valor sentimental de estas sí que puede cambiar, dependiendo a que tan apegado estabas con el objeto o la persona. Hasta incluso el cambio de hogar de donde vivimos es una perdida sentimental en aquel lugar que creciste o viviste tanto tiempo y aunque tu nuevo hogar sea mejor este no remplazara aquellas vivencias que tuviste.  A mi propia experiencia, con este ejemplo particularmente me identifique mucho ya que yo viví toda mi vida en E.E.U.U. y aunque mi hogar actual es mucho mejor a el que vivía allá fue un cambio muy radical para y se sintió que había dejado parte de mí en aquel pequeño departamento.

Un camino necesario… Para Bucay, es necesario pasar por el duelo para "replantear" todo en nuestra vida, será un camino que todos vamos a recorrer para poder superar la pérdida. Y al parecer para crecer también es necesario. Claro, todo pasaremos por eso y como lo tomamos es de cada quien para su propia experiencia. Este capítulo en especial, me hizo recordar a los últimos dos años que fueron los más duros para mi familia y para mí, ya que tuvimos seis perdidas, tres repentinas y tres relativamente esperadas. Pero como dice Jorge, hay una que te marca tanto que te hace crecer, queriendo o no. Todos los fallecimientos me dolieron en el alma pero hubo uno en particular que me obligo a preguntar todo en esta vida, hasta incluso de mi existencia. Fue una forma de crecer personalmente y valorar más todo aquello que me rodea. No digo que también vayas a vivir con el pánico de perder todo algún día, pero si de tener que perder algo para poder apreciarlo y extrañarlo después que ya no lo tengas.  

Tristeza y dolor, dos compañeros saludables… Es normal sentir dolor y tristeza, no debemos reprimir ni sentirnos mal por ello, pero tampoco debemos dejarnos llevar hasta la depresión si es que podemos evitarlo. Y es que hay que tratar de entender que, aunque nos duela, no somos eternos, la muerte llega y hay que asumirla de una u otra manera. Cuesta trabajo poder soltar aquello que ya no hay, poder desligarse y empezar a pensar en lo que sigue. De hecho esto es, para mí y como dice Jorge, el peor de los desafíos que implica ser un adulto sano, saber que puedo afrontar la pérdida de cualquier cosa. Quizás pueda, por el camino de entender lo transitorio de todos mis vínculos, aceptar también algunas de las cosas que son las más difíciles de aceptar, que no somos eternos, que hay un tiempo para mi paso por este mundo y por este tiempo.

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