El príncipe feliz - Oscar Wilde

Mi opinión sobre el libro “El Príncipe” de Oscar Wilde.

Tengo que reconocer que en un principio al leerlo por primera vez me pareció demasiado de fantasía, entendía la reflexión pero no entendía el concepto de usar una estatua y una golondrina como protagonistas, esa fue la razón por la que lo leí por segunda vez, y puedo decir que me atrapó más, quizás fue el hecho de que al principio lo había leído teniendo en mente que solamente era para una tarea, pero después de darme el tiempo de comprenderlo y disfrutarlo, me hizo entrar más en razón y que me gustará muchísimo más.

El libro nos habla de la realidad de algunas personas, que cegadas por el brillo del oro y diamantes no se dan cuenta la miseria en la que viven las otras personas a su alrededor, quieren seguir viviendo felices sin importar lo que les suceda a los demás, no reflexionan sobre lo egoístas que pueden llegar a ser, y eso fue lo que le pasó al príncipe, vivía rodeado de lujos y virtudes que sólo él se podía permitir, no le interesaba como vivía su pueblo, lo único que importaba para sí mismo era su felicidad. Jamás se había dado a la tarea de ver cómo estaban sus súbditos, en qué condiciones se encontraban, nada. Se podría decir que veía sólo lo que él quería ver. Pero al momento de estar cerca de los habitantes del pueblo y darse cuenta de la pobreza en la que vivían fue capaz de comprender que toda su vida había sido un egoísta de primera, y quizás fue su conciencia, o quizás en serio le dolía como sobrevivían los demás, pero fue algo que lo hizo entrar en razón, pero lo malo era que ahora en su condición de estatua no podía hacer nada teniendo que sobrellevar con la culpa. Fue hasta entonces que apareció la golondrina, una pequeña ave que aunque al principio no estaba muy dispuesta a ayudarlo demostró su caridad y humildad quedándose con él aún sabiendo que en cualquier momento cuando el invierno llegará moriría. La golondrina actuó con valentía al igual que el príncipe al final, no importándole al príncipe perder todo su encanto, la belleza por la que muchos lo admiraban, nada, ahora para él todo ese oro que lo cubría no le importaba, solo quería ver y hacer felices a otras personas.

Me fascino demasiado como el autor relata algunos casos en los que fueron utilizadas las riquezas que cubrían al príncipe, como por ejemplo la madre costurera con su hijo enfermo, y como su historia se entrelazaba con la de la muchacha rica que esperaba ansiosa y enojada su vestido, que según ella no lo podían entregar antes porque las costureras eran unas perezosas, ahí en ese párrafo también se demuestra el egoísmo de las personas, no nos damos cuenta de la tristeza de los demás, juzgamos sin conocer solamente para nuestro beneficio, pensamos que nuestros problemas son los peores y que nadie sufre más que nosotros, cuando en realidad podrían ser los más insignificantes mientras que otras

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