El rubí “El color del modernismo”
Enviado por Rodrigo Ortega • 19 de Febrero de 2018 • Ensayo • 881 Palabras (4 Páginas) • 197 Visitas
Universidad Nacional Autónoma Đ México[pic 2][pic 3]
Escuela Nacional Preparatoria Plantel No. 9
“Pedro de Alba”
Literatura Mexicana e Iberoamericana
“El color del modernismo”
Ortega Hernández Rodrigo José
Grupo: 606
23 de Marzo del 2017
“¡AH! ¡CONQUE es cierto! ¡Conque ese sabio parisiense ha logrado sacar del fondo de sus retortas, de sus matraces la púrpura cristalina de qué están incrustados los muros de mi palacio![1] “exclamó el gnomo, inquieto dentro de su cueva subterránea al contemplar el rubí falso del mundo humano, del mundo utópico visto desde el subsuelo o… ¿Era al revés? ¿El mundo de los gnomos era el utópico?
Rubén Darío nos plantea en el cuento “El Rubí” un universo bello y magníficamente impredecible aunque bien estructurado donde todo es posible y sobretodo, que nos hace difícil discernir entre lo real y lo fantástico del relato, sin embargo es común encontrar en sus obras modernistas- y en cualquiera de otro autor-elementos fantasiosos, misteriosos y creativos como alternativa de combate ante el mundo monótono y sistematizado que la industrialización había traído consigo después de una etapa bélica y anárquica de las guerras independentistas acontecidas en Hispanoamérica, y que finalmente dieron como resultado al primer movimiento literario gestado en propia región, que aunque siguiendo modelos literarios orientales, en especial la francesa, terminaron por renovar la literatura tradicional practicada en Hispanoamérica.
El rubí no viene a desentonar con la idea general del modernismo, lo viene a refrescar añadiendo a su trama imágenes mitológicas como ninfas y objetos exóticos así como la descripción misma de la morada de los gnomos, llena de piedras preciosas, ornamentos y todo tipo de lujos: “ […] En los muros, sobre pedazos de plata y oro, entre venas de lapislázuli, formaban caprichosamente dibujos, como los arabescos de una mezquita, gran muchedumbre de piedras preciosas [...] “ Cuando los gnomos estuvieron juntos [..] otros de gala, con caperuzas flamantes y encarnadas, llenas de pedrería, todos curiosos […] “ [2] que nos llena de figuras retóricas de diversos tipos como metáforas( “caperuzas flamantes”) y símiles ( “como los arabescos de una mezquita”) entre otras y que son frecuentes durante el texto dándole una atmósfera completamente mágica y bella donde se desenvuelven personajes fantásticos que se comportan como humanos, todo esto, típico del estilo de Darío que lo convirtieron en el exponente más reconocido de la corriente.
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