El sufrimiento del justo según el libro de Job

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Tema: El sufrimiento del justo según el libro de Job

“Una prueba de Dios en la vida de Job”

Introducción

Job significa “el perseguido”. Nombre de primera persona, líder de la tribu de Isacar (Génesis 46:13).

Un libro sapiencial (conjunto de libros del TANAJ judío), poético o libro de sabiduría. Lugar: Tierra de Uz (autor desconocido).

Argumento

Satanás como torturador.

Ilustración perfecta en la verdadera fe.

Personaje que vivía en la época patriarcal, al cual se le describe como un hombre único cuyo esfuerzo consistía en comprender a Dios y su propia situación de vida.

Nómade acaudalado que ofreció sacrificio (Job 1: 1–5), altamente respetado y orgulloso de tener su vida bajo control.

De ninguna manera significa que este libro no haya sido inspirado en la palabra de Dios y también preservando e ilustrando la naturaleza de la verdadera fe. Otro popular aunque menos popular, es que se trata de una parábola del pueblo de Israel: en este caso Job personifica a Israel.

El drama se desarrolla cuando Satanás pone a prueba la rectitud de Job: su malvada estrategia se presenta ante Dios solicitando permiso para atormentarlo. De esta forma piensa que Job volvería a Dios para maldecirlo. Dios limita a Satanás a no matarlo.

Desarrollo

Siete pruebas que debe soportar el patriarca:

• 1ª Prueba (terrenal): toda su prosperidad se derriba en un día.

Su reacción: No maldice ni cuestiona la integridad divina (Job 1: 13-22)

• 2ª Prueba (física): es atacado por una terrible enfermedad sin respuesta. Su reacción: Se niega a maldecir a Dios (Job 2: 7-8)[pic 2]
• 3ª Prueba: Su matrimonio se desmorona. Su mujer le pide que maldiga a Dios por la muerte de sus hijos.

Su reacción: Le corrige su forma de hablar y dice “¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien y el mal no lo recibiremos?”. Con todo el desprecio de ella, Job no peca con sus labios (Job 2: 9- 10).

• 4ª Prueba: Pierde su reputación (porque la honra delante de los hombres es algo sustancial en su vida) y su propia opinión se vuelve en contra.

Su reacción: Clama sin dejar de creer que hay un redentor en los cielos.

• 5ª Prueba: Soporta lo bueno y lo malo de sus amigos. Al principio parecían  comprensibles, ellos convinieron estar junto a él acompañándolo en su duelo (Job 2: 11- 12).

Al pasar los días, Job habla expresando su miseria y desesperación, resignado en el sufrimiento expresa “El temor que me espantaba me ha venido y me ha acontecido lo que yo temía” (Job 3: 25). Los amigos al escuchar sus quejas, se vuelven compañías molestas pues  no comprenden su problema. Careciendo de todo entendimiento (el misterio permisivo de Dios) es que comienzan sus acusaciones:

• Elifaz: lo incrimina duramente de pecado y no arroja una luz sobre el problema.
• Zofar: lo trata de mentiroso y de poco recto. Sus consejos no propician una conversación razonable.
• Bildad: sentencioso, le dice que Dios ha hallado maldad en él y que es hipócrita. Lo acusa diciendo que en su interior no hay nada justo.
• Eliú: le reprende a reconocer su maldad y lo exhorta a temer a Dios (Job 33: 3)

Ante todo esto, Job desea que haya un árbitro entre Dios y él (Job 9:33) que ponga su mano y acepta con paciencia lo que está viviendo, acudiendo sólo a Dios por respuestas.

Reacción: Ora por sus amigos.

• 6ª Prueba: Espiritual. La herida de la palabra de Dios, como un fuerte golpe, lleva a Job de una manera consciente ante la divina presencia del Señor y desde un torbellino ahora Job y Dios se encuentran cara a cara. Le exige sea valiente describiendo las maravillas del mundo y le habla de la creación de dos grandes bestias, behemot (Job 40:15) y leviatán (Job 41: 1) porque no hay quien le parezca a ellos.

Reacción: Se humilla bajo la palabra inclinándose en silencio, reconoce el poder ilimitado de Dios. Postrándose le adoró y dijo “Yo conozco que tú todo lo puedes, y no hay pensamiento que se esconda de ti (..) porque de oídas te había oído más ahora mis ojos te ven” (Job 42: 1- 6).

• 7ª Prueba: Recompensa del Señor, difícil pero la más gloriosa, destacándose su santa majestad. Al llegar ante su presencia, Job se describe a sí mismo como piadoso.

Reacción: Intercede en oración por sus amigos. En consecuencia, Dios acepta los ruegos y los perdona.

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