Ensayo De Ana Frank

ifbuw dbdsfgvgbjrefhg6ey5846y5iyt635864897534oytn4uyth3 y4trgujhvvbfjhgf4 th43htehfg h uheihgeLa difícil vida en el tiempo de guerra no fue impedimento para dar a conocer a los ahora grandes genios, de hecho, fue el gran incentivo para que cada uno iniciase su obra. Y aunque muchas de esas mentes nunca se conocieron, como es el caso de Ana Frank, constituyen una enorme e importante parte de la historia de la humanidad.

En su diario “Kitty”, Ana Frank narra minuciosamente cada detalle de su tortuoso encierro en el “anexo” y también las pocas noticias que recibía del mundo exterior a través de la radio. Pese a su corta edad, la gran capacidad que poseía para analizar cuanto sucedía a su alrededor le permitió escribir exitosas líneas que, no lejos de filosofar, expresaban un sentimiento interno de ira y opresión.

“…Antes debo ilustrarme mas, como mi inteligente hermana. También hablaron de mi ignorancia; no sé nada de psicología, de filosofía, y fisiología. Quizás el próximo año sea menos ignorante. He copiado estas palabras raras del diccionario.”

Me atrevo a decir que en esta frase, Ana crea un estrecho vínculo entre ella y Sócrates, pues Ana, a igual que Sócrates con su famosa frase “Sólo sé que nada sé” (a quien su inconformismo lo impulsó a oponerse a la ignorancia popular y al conocimiento de los que se decían sabios); reconoció su ignorancia y su poco conocimiento sobre las cosas.

Pero más que ignorancia o limitación intelectual es que es conciente del mundo vasto en el que vive, y acepta que son muchas las cosas que aún tiene por descubrir.

El hecho de que ambos reconozcan que no saben nada les da un mayor conocimiento, el conocimiento sobre sí mismos, fruto de una reflexión atenta (“La vida que no es examinada no tiene valor vivirla.” Platón) sobre sus límites, pero aun mas, sobre sus capacidades, y es precisamente éste el imperativo que nos deja toda la filosofía de Sócrates: “Conócete a ti mismo”.

A partir de aquella afirmación de su ignorancia o mejor, desconocimiento, Ana inicia su “obra filosófica” aún sin saberlo, e inicia su...La difícil vida en el tiempo de guerra no fue impedimento para dar a conocer a los ahora grandes genios, de hecho, fue el gran incentivo para que cada uno iniciase su obra. Y aunque muchas de esas mentes nunca se conocieron, como es el caso de Ana Frank, constituyen una enorme e importante parte de la historia de la humanidad.

En su diario “Kitty”, Ana Frank narra minuciosamente cada detalle de su tortuoso encierro en el “anexo” y también las pocas noticias que recibía del mundo exterior a través de la radio. Pese a su corta edad, la gran capacidad que poseía para analizar cuanto sucedía a su alrededor le permitió escribir exitosas líneas que, no lejos de filosofar, expresaban un sentimiento interno de ira y opresión.

“…Antes

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