Ensayo De Batas Blancas De Flor Smith

La literatura es el arte que nos permite expresar y liberar el alma a través de la redacción; esta con el paso de los tiempos ha ido creciendo y perfeccionándose, en miras al embellecimiento de la expresión.

Ahora bien, este arte ha sido objeto de estudio de diversas personas, alguna triviales, otras no tanto, pero coincidiendo en que el mismo es la puerta abierta a un cúmulo de conocimientos que coadyuvan a un universo de emancipación. Tal es el caso de Roberto Bolaño, que afirma "La literatura, al contrario que la muerte, vive en la intemperie, en la desprotección, lejos de los gobiernos y de las leyes, salvo la ley de la literatura que sólo los mejores entre los mejores son capaces de romper".

En la cita anterior se puede vislumbrar que la literatura no se encuentra protegida para nadie o mejor aún, nunca está fuera del alcance de nadie, está presente en la vida de todo ser humano, solo que de alguna u otra forma ha ido calando, cada día mas, la idea errónea de que todo cuanto tenga que ver con ella es de índole aburrido; sin siquiera muchas veces, haberle dado la oportunidad de familiarizarse con esa ciencia que permite vivir libremente, fuera del efecto que pueda causar las leyes, tanto religiosas como las de los hombres, las costumbres, culturas, entre otros clichés que puedan influir en ella.

Con su lente teórico Reyes observa que en un rasgo discernible de la literatura con respecto a las demás disciplinas viene de la ficción y esta equivale a una mentira práctica o verdad sospechosa. Porque nunca puede escapar, según él, a tres cosas; la primera a la verdad filosófica según la cual hay un conjunto de principios generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar humano; la segunda a la verdad psicológica según la cual el creador expresa las representaciones subjetivas; y por último lugar, al mínimo de suceder real que necesariamente toda operación mental lleva consigo: los datos del mundo empírico.

Al basarnos en la teoría literaria del deslinde de Reyes (1963), quien en su libro sobre la exegesis literario “El Deslinde”, parte de la impresión que causa la obra en el lector. Donde describe una postura activa y otra pasiva del mismo “la vida de la literatura se reduce a un dialogo: el creador propone y el público (auditor, lector, etc.) responde con sus reacciones tacitas o expresas” (obras completas de Alfonso Reyes, Volumen 15, 1963).

Es evidente que una de las formas, de producir el conocimiento, se encuentra en la interacción que sucede entre el lector y el escritor, donde intervienen algunos factores, como el grado de instrucción, las clases sociales, entre otros; en dicha interacción está altamente involucrada la postura del lector, por un lado se nos presenta una postura activa, que la desempeña el que crea la información y por el otro, la pasiva, que desempeña aquel que está recibiendo la nueva información. A la luz de la literatura, es irrefutable el vaivén de ambas posturas. Pues en un inicio se estará pasivo, pero en el mismo momento, quizás de manera automática, se desarrollan en nuestro sistema cognitivo algunos procesos que nos hacen pasar de la postura “pasiva” a la “activa”.

Por otra parte viene a la palestra aludir que cierta responsabilidad por el gusto hacia la literatura no solo está en las manos de cada individual, sino que también cierto porcentaje de responsabilidad en la educación. En tal sentido BAUMAN, Zigmunt, en 44 cartas desde el mundo líquido, en el 2011, induce lo siguiente:

Es axiomático que en la actualidad la realidad de nuestro mundo

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