Ensayo De Ofrendas Prehispànicas
Enviado por aquetzalli_chris • 30 de Enero de 2012 • 537 Palabras (3 Páginas) • 1.760 Visitas
Muchos declamadores y danzantes
Narrador.- Entre nuestros antepasados naturales, las ofrendas se realizaban con muchos dones: sangre humana de los sacrificios propiciatorios o gladiatorios, sangre de animales, especialmente aves, suculentas frutas y alimentos, riquezas como joyas de oro, plata y pedrería y bellísimas danzas acompañadas de cantos y plegarias que se alternaban con ritos y ceremonias.
Estas ofrendas se presenciaban en los templos, pero para que en los hogares no faltaran bastimentos se ofrendaban en las casas todas clases de manjares, que después de ofrendarlos, se incineraban y se enterraban en el centro de los patios.
Estas ofrendas eran para los dioses o para comunicarse con los ancestros difuntos a quienes se respetaban y veneraban en alto grado.
Para estas últimas ofrendas, la inspiración de nuestro director, nos da las poesías, cantos, plegarias y ofrendas, las cuales intercalaremos con danzas, ritos, ceremonias y cuadros plásticos al presentarlas en estos momentos.
Damas y caballares, que ustedes las disfruten y las recuerden con orgullo por haber sido algo de lo nuestro, muchas gracias por aplaudir nuestros esfuerzos y apoyarnos con su numerosa presencia. Comenzamos…
(Canto para danzar y agradecer a los dioses, todos intervienen ordenadamente)
CANTO MACEHUALISTLI
Yo quiero danzar, para danzar es mi vida
así le agradezco a Tloquenahuaque
la cosecha, la vida, la caza y el amor.
Yo quiero para mi flauta melifulua
la olla del gordo armadillo
y la concha de ritmo de enorme tortuga
y para el misterio de todos los dioses
el hondo sonido crispante
del gran caracol de los mares
y que en mi danza percuta el panhuehuetl
y el teponaxtli también
mientras mi cintura y tobillos
cubiertos de vainas de semillas rellenas
suenen muy sordos, cual roncos presagios de rezos.
Y que el Dios poderoso, Ipalmenohuanni
escuche y contemple mi danza amorosa
entendiendo las cruces que marcan mis pies
y los rituales que siguen mis pasos
pues van descifrando mi reverente sentir.
Y que mi esposa encantada, feliz compañera,
luzca radiante su piel de cacao
adornada con plumas, flores y aretes
y mil filigranas de oro y de plata
que engarcen las gemas con vivos colores.
Y que el pueblo entusiasta, contagiado de baile,
se nuble y concentre
...