Ensayo De Silva A La Agricultura De La Zona tórrida
Enviado por nyanni • 12 de Noviembre de 2013 • 2.820 Palabras (12 Páginas) • 602 Visitas
Ensayo de silva a la agricultura de la zona tórrida
Así exalta el sabio y humanista Andrés Bello a la agricultura tropical. Y es que como abanderado de la independencia cultural venezolana, este poeta concibió alguna vez la idea de escribir un largo poema que llevaría por nombre "América", pero que por razones desconocidas no llegó a publicar jamás.
Silva a la agricultura de la zona tórrida (1826), es parte de ese intento del autor por rescatar lo autóctono de estas tierras. Después de un saludo a la zona a la que pretendía cantar, Bello se ubica en su patria para posteriormente irradiar con su obra a todas las naciones del nuevo mundo.
Más allá de una simple descripción de los grandes frutos como la caña de azúcar, el cacao y la vid, su pluma se detiene en lo que podría considerarse el aspecto didáctico-moral. Entonces, éste alaba la vida feliz del labrador sencillo y censura a los ricos que abandonan sus heredades y se van de las ciudades.
En lo que muchos coinciden en catalogar como temas de inspiración clásica, Bello describe su amor por la paz y su odio por las guerras. A veces parece que el lado "social" de este escritor invade sus sentidos, sobre todo cuando elabora un análisis entusiasta del medio rural americano y expone sus preocupaciones.
Por esta y por otras razones hay quienes consideran esta parte de la obra de Bello todo un poema social. Como un analista señalara alguna vez, es verdad que las cuestiones sociales llenan las mejores poesías de quien es considerado como el más importante hombre de las letras que produjo Venezuela a todo lo largo del siglo XIX. Una realidad que se aprecia no sólo con su tono, sino también con su acento sobre las necesidades generales del continente americano.
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|Silva a la Agricultura de la Zona Tórrida |
|¡Salve, fecunda zona, |
|que al sol enamorado circunscribes |
|el vago curso, y cuanto ser se anima |
|en cada vario clima, |
|acariciada de su luz, concibes! |
|Tú tejes al verano su guirnalda |
|de granadas espigas; tú la uva |
|das a la hirviente cuba; |
|no de purpúrea fruta, o roja, o gualda, |
|a tus florestas bellas |
|falta matiz alguno; y bebe en ellas |
|aromas mil el viento; |
|y greyes van sin cuento |
|paciendo tu verdura, desde el llano |
|que tiene por lindero el horizonte, |
|hasta el erguido monte, |
|de inaccesible nieve siempre cano. |
|Tú das la caña hermosa, |
|de do la miel se acendra, |
|por quien desdeña el mundo los panales; |
|tú en urnas de coral cuajas la almendra |
|que en la espumante jícara rebosa; |
|bulle carmín viviente en tus nopales, |
|que afrenta fuera al múrice de Tiro; |
|y de tu añil la tinta generosa |
|émula es de la lumbre del zafiro. |
|El vino es tuyo, que la herida agave |
|para los hijos vierte |
|del Anahuac feliz; y la hoja es tuya, |
|que, cuando de süave |
|humo en espiras vagorosas huya, |
|solazará el fastidio al ocio inerte. |
|Tú vistes de jazmines |
|el arbusto sabeo , |
|y el perfume le das, que en los festines |
|la fiebre insana templará a Lico. |
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|Para tus hijos la procera palma |
|su vario feudo cría, |
|y el ananás sazona su ambrosía; |
|su blanco pan la yuca ; |
|sus rubias pomas la patata educa; |
|y el algodón despliega al aura leve |
|las rosas de oro y el vellón de nieve. |
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|Tendida para ti la fresca parcha |
|en enramadas de verdor lozano, |
|cuelga de sus sarmientos trepadores |
|nectáreos globos y franjadas flores; |
|y para ti el maíz, jefe altanero |
|de la espigada tribu, hincha su grano; |
|y para ti el banano |
|desmaya al peso de su dulce carga; |
|el banano, primero |
|de cuantos concedió bellos presentes |
|Providencia a las gentes |
|del ecuador feliz con mano larga. |
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|No ya de humanas artes obligado |
|el premio rinde opimo; |
|no es a la podadera, no al arado |
|deudor de su racimo; |
|escasa industria bástale, cual puede |
|hurtar a sus fatigas mano esclava; |
|crece veloz, y cuando exhausto acaba, |
|adulta prole en torno le sucede. |
|Mas ¡oh! ¡si cual no cede |
|el tuyo, fértil zona, a suelo alguno, |
|y como de natura esmero ha sido, |
|de tu indolente habitador lo fuera! |
|¡Oh! ¡si al falaz rüido, |
|la dicha al fin supiese verdadera |
|anteponer, que del umbral le llama |
|del labrador sencillo, |
|lejos del necio y vano |
|fasto, el mentido brillo, |
|el ocio pestilente ciudadano! |
|¿Por qué ilusión funesta |
|aquellos que fortuna hizo señores |
|de tan dichosa tierra y pingüe y varia, |
|el cuidado abandonan |
|y a la fe mercenaria |
|las patrias heredades, |
|y en el ciego tumulto se aprisionan |
|de míseras ciudades, |
|do la ambición proterva |
|sopla la llama de civiles bandos, |
|o al patriotismo la desidia enerva; |
|do el lujo las costumbres atosiga, |
|y combaten los vicios |
|la incauta edad en poderosa liga? |
|No allí con varoniles ejercicios |
|se endurece el mancebo a la fatiga; |
|mas la salud estraga en el abrazo |
|de pérfida hermosura, |
|que pone en almoneda los favores; |
|mas pasatiempo estima |
|prender aleve en casto seno el fuego |
|de ilícitos amores; |
|o embebecido le hallará la aurora |
|en mesa infame de ruinoso juego. |
|En tanto a la lisonja seductora |
|del asiduo amador fácil oído |
|da la consorte; crece |
|en la materna escuela |
|de la disipación y el galanteo |
|la tierna virgen, y al delito espuela |
|es antes el ejemplo que el deseo. |
|¿Y será que se formen de ese modo |
|los ánimos heroicos denodados |
|que fundan y sustentan los estados? |
|¿De la algazara del festín beodo, |
|o de los coros de liviana danza, |
|la dura juventud saldrá, modesta, |
|orgullo de la patria, y esperanza? |
|¿Sabrá con firme pulso |
|de la severa ley regir
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