Ensayo Etica Para Amador

ACTUAR CON LIBERTAD

Hoy presento este escrito con el fin de expresar mi agrado respecto al libro “Ética para Amador”, del escritor español Fernando Savater. Hablare de tres temas contenidos en el, los cuales son fundamentales para entender y practicar la ética, primero es necesario conocer que al practicar la libertad debemos saber seleccionar entre lo bueno y lo malo, elegir entre una recompensa o un remordimiento, pero ¿existe una lista de lo malo y lo bueno? Y si existe ¿lo que es bueno para mi lo es para mis padres?, ¿si actúo para obtener una recompensa estoy actuando con libertad? O ¿estoy siendo presionada para actuar de tal o cual forma?, estos serán los puntos esenciales a tratar pues, espero que en estas letras encuentres un estimulo que te ayude a vivir de manera sencilla, sin tantas complicaciones a la hora de decidir, disfrutando y saboreando los momentos que día con día la vida tiene preparados para ti, no es una guía, mucho menos un manual, pero las experiencias que estoy por compartir las puedes considerar como si fuesen tuyas, como un mismo actor, en diversos escenarios.

Al hablar de libertad cada uno de nosotros tiene su propia interpretación, pero en la toma de decisiones nos interesa la siguiente: la libertad es el estado de la persona que no esta presa ni sujeta a la voluntad de otra o capacidad o facultad de una persona para decidir si quiere o no hacer algo, por lo tanto para conseguir nuestra libertad con el simple hecho de actuar es suficiente, el ser libres no es el problema, el inconveniente aparece cuando al practicar nuestra libertad afectamos a terceras personas o perjudicamos nuestra integridad física y emocional; recuerdo las incontables veces cuando mi madre me insistía en que no brincara sobre la cama, siempre decía –“deja de brincar, te vas a caer” y cual adivina siempre sucedía, yo terminaba con tremendo golpe y llorando, yo por obstinada hacia oídos sordos a las recomendaciones de mi madre, tomando la libertad para hacer lo que a mi me producía felicidad pero al tomar la decisión de seguir brincando me cause un daño que con el tiempo y con repeticiones constantes me hicieron aprender a escuchar a mi progenitora, pero ¿Cómo sabría que lo que mi madre me decía se cumpliría? Yo estaba completamente feliz brincando sin preocupaciones por consiguiente consideraba esta acción como algo bueno y así me doy cuenta que cuando las acciones nos convienen solemos decir que son buenas y aquellas que no nos convienen o nos disgustan son malas, todo depende de la situación en la cual nos encontremos; por ejemplo, cuando se trata de sinceridad todos queremos que se nos hable con la verdad aunque nos lastime pero, cuando estamos a punto de engañar a alguien buscamos mil y una justificaciones que nos hagan sentir menos remordimientos, nos decimos a nosotros mismos –“son mentiritas piadosas” pero la mentira nunca dejara de serlo sea cual sea el motivo de su uso,

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