Ensayo Fray Andres

invitó a desayunar. Ahí, les comenzaron a preguntar por qué razón buscaban a Fray Andrés y cómo era éste, quedando absolutamente sorprendidos con las descripciones. Todos, con mucha admiración, muy atentos y con los ojos brillantes de gozo se levantaron y llevaron a las personas a la nave principal de la iglesia donde se encontraba un cuadro que mostraba una vieja pintura con la imagen de Fray Andresito. Era él, sin duda, así lo reconocieron los muchachos.

Más fue la sorpresa de ellos cuando al preguntar dónde estaba Fray Andrés, le respondieron que en el cielo y que allí se encontraba su tumba.

Les contaron que Fray Andresito había vivido allí y se había dedicado toda su vida a las limosnas. En más de una oportunidad le había salvado la vida a alguien, sin contar otros milagritos menores. Otro de los religiosos, les mostró un frasquito que contenía la sangre de Fray Andrés, que jamás se ha coagulado, manteniéndose siempre fresca y les aseguró que se ha mantenido así hace ya más de un siglo.

Se despidieron muy agradecidos y prometieron regresar con todos los vecinos de la parroquia, sabiendo que nuevas energías los llenaban de confianza.

La misa de ese día fue algo especial, pues el padre Jacques se refirió al suceso en su sermón. La limosna para la olla común de la población tiene un significado mayor y los muchachos salen cada día a cumplir su misión, esperando impacientemente un nuevo encuentro con Fray Andrés.

FIN

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