Ensayo La Linares

ivan eguez

En el primer ensayo, Egüez formula la idea de la “íntima batalla” que supone toda lectura. Parte de un recuerdo de la niñez cuando se reunían con primos y primas a “contar historias de muertos y aparecidos” para preguntarse qué distingue a las palabras de la vida cotidiana de aquellas que se convierten en literatura. “Aquellas (las de la literatura) -afirma Iván Egüez- siempre dicen más de lo que dicen…, pues dicen algo para cada quién en cada época”. La relación entre lectura y creación es “más que recíproca”. No solo que sin lectura o sin lectores no existe el escritor o la escritora sino que con cada lectura recreamos el texto, lo modificamos, lo convertimos en algo que ya no está más fuera de nuestro cuerpo y de nuestro espíritu, incluso cuando insatisfechos con un libro o con un autor, lo arrojamos a un lado, al abandono, al silencio, en un acto de desprecio. Toda lectura es una re-escritura y en eso consiste lo que Iván Egüez llama “íntima batalla” o “tímida” como la llama al final del ensayo. Usted puede librar esa batalla.

Simplemente comience a tomar nota de lo que le provoca la lectura del libro que tiene en sus manos: imágenes, sentimientos, sensaciones. Es el libro que escribe (mos) cuando lee (mos). Es la batalla que nos convierte en lectores/escritores o en escritores/lectores. Son lo mismo.

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