Ensayo Literario
Enviado por claus.07 • 9 de Mayo de 2014 • 405 Palabras (2 Páginas) • 288 Visitas
Y una vez hemos dejado clara su importancia literaria, hablemos de su influencia en las jóvenes mentes como inductor a la lectura. La mayoría de los niños tienen su primer contacto con los libros a través de los coloridos ejemplares que sus padres les sujetan para que observen los dibujos mientras les narran lo que allí está escrito. Cuándo comienzan a leer, son los cuentos los primeros escritos sobre los que posan sus miradas tratando de descifrar los mágicos secretos que encierran. Cumplen todos los requisitos: son breves, de lenguaje sencillo y los temas atrapan su imaginación que rebosa misterios, hadas, princesas y enanitos mágicos. Con el tiempo y la edad, un niño al que se le ha inculcado el placer de dormirse con un cuento, comenzará a desear saber por si mismo que sucede a sus personajes favoritos y poco a poco se adentrará en el íntimo placer de sumergirse en las páginas de un libro y comenzar a vivir sus historias sin más voz que esa interior que te acaricia el alma cuándo te sitúas frente al hechizo de las palabras. Un cuento puede crear lectores no solo entre los niños. Los libros de cuentos o relatos breves para adultos atrapan a personas que han dejado atrás la infancia y que inmersos en una vida de prisas y estrés no encuentran tiempo para leer una novela más extensa. Los cuentos permiten aprovechar una espera en la consulta del médico, un viaje en el transporte público o un breve instante antes de entregarse al sueño para abanicar sus hojas y dejar que sus letras nos arranquen durante un breve rato de la rutina diaria y su torbellino de ruidos y prisas y nos transporte a diferentes lugares dando un respiro a nuestra mente, demasiado sometida a una constante ansiedad. Ejemplo de ensayo literario: conclusión Creo haber demostrado que el cuento no solo no es un género menor, sino que puede estar a la altura de las más grandes obras y que su importancia es básica y primordial para el fomento de la lectura en niños y adultos, ayudando a que la sana costumbre de la lectura perviva en las nuevas generaciones. Seamos pues unos “cuentistas” irreductibles con nuestros hijos, descubrámosles el placer de no poner barreras a los sueños y de amar la lectura, a través de nuestras voces en un principio y de forma autónoma y con sus personales elecciones más adelante.” -
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