Ensayo Sobre La Ceguera

Rubén Herrada González

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Ensayo sobre la ceguera.

El mundo esta hecho, principalmente, para los que tenemos la capacidad de ver, y que irónicamente estamos cegados y totalmente inconscientes de esto. Y yo creo que José Saramago lo plasmó perfectamente . Me parece interesante el entorno que va describiendo en su obra Ensayo sobre la ceguera, y hace honor a la palabra, pues realmente logra evocar en el lector increíbles imágenes durante el relato, por lo cual, he decidido argumentar acerca de la desvalorización de los signos.

Ferdinand Saussure fue el primero en hablar de la semiología y decía que “se puede concebir una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno de la vida social” ( Sassure, Ferdinand, 1980, Curso de Lingüística General, Madrid, Akal.), pero ¿Para qué nos sirve el estudio de los signos en este momento? Por increíble que parezca, los signos y la comunicación, están por todas partes, y según nuestra forma de vida, es decir, nuestra cultura, asignamos valores a las cosas. Es interesante cómo el ser humano ha cotizado, por decirlo de algún modo, los objetos y las formas y no sólo eso, también las ha convertido en su forma de vida, por obvio que parezca, la mayoría de nosotros no siempre estamos conscientes de ello.

Asimismo, la lectura exhorta a la reflexión sobre diversos temas. Por una parte la desorganización, y por otra, algunas cuestiones éticas y morales. Al parecer, el mundo que existe en el libro parte de lo “normal” hacia lo caótico. Sin causa aparente, y de manera repentina las personas se van quedando ciegas y por tal motivo el conflicto va en aumento conforme el tiempo avanza, pues la vida a la que se esta acostumbrado, por cuestiones culturales y características biológicas, hace al ser humano casi por completo dependiente al sentido de la vista, con excepción, claro, de aquellos cuya vida y circunstancias se encontraban ya supeditados a dicha condición antes del conflicto.

Al disertar acerca de estas cuestiones, encontraremos una mutabilidad en los signos. Por ejemplo, en el entorno social al que estamos acostumbrados, la consigna es trabajar para vivir, pues el ser humano la concibe como una forma ”civilizada” de ganarse el sustento, y mediante la cual, entre otras tantas, reafirma su naturaleza “humana”. Sin embargo, ¿Cómo se puede trabajar si se está ciego?. Es increíble la diferencia que plantea el hecho de la ceguera repentina y generalizada, el entorno que antes era del todo familiar se vuelve completamente ajeno y el libro plantea la problemática de un mundo en penumbra que ha de renunciar a sus medios conocidos de supervivencia, incluso a la “civilidad” para preservar la vida, la vida en la que algunos se preguntan si quedará rastro alguno de humanidad en este mundo de ciegos, ceguera en toda la amplitud del término. Hay un cambio de paradigmas.

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