Ensayo de Cien Años de Soledad

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Ensayo Cien Años de Soledad

 “El mundo mágico en la novela”

Javier Jiménez

IVºA

Profesora: Gloria Naves

Fecha de entrega: 05/08/2015

 Cien Años de Magia

Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, relata la historia del pueblo de Macondo, desde su fundación y desarrollo hasta su desaparición, mostrándonos a través de esta, la historia de la familia Buendía, quienes fundaron Macondo, en un transcurso de más o menos cien años, viendo así la vida de seis generaciones de esta familia a lo largo de la novela.

Durante el libro se relatan varios episodios basados en los temas principales de esta novela, tales como la soledad, la cual lleva a los integrantes de la familia Buendía a la muerte, siendo esta última un tema abordado en el libro también, la religión, las creencias , el amor , la violencia , entre otros.

En todos estos episodios, se puede ver reflejado el realismo mágico, definido como: “una corriente literaria cuyos rasgos principales son la desgarradura de la realidad por una acción fantástica descrita de un modo realista dentro de la narrativa”^[1]. La novela de García Márquez  es un ícono de esta corriente literaria, ya que cumple con los tres requisitos del margen del realismo mágico, los cuales son; primero, que la novela transcurre en un mundo realista, ordinario y cotidiano, segundo, que existen situaciones fantásticas, que escapan de esta realidad, lo que lleva a lo tercero, a pesar de estos acontecimientos, la historia mantiene su verosimilitud, siendo estos, normales dentro de su contexto.

El primero episodio que justifica lo anterior, es el principio de la historia, donde se presenta el tiempo y espacio en donde ésta transcurre, y los intereses de José Arcadio de hacer experimentos con el fin de hacer un gran descubrimiento como decir que la tierra es redonda, episodio donde no se presenta nada fuera de lo común, solo hechos reales en el contexto de la historia. Esto se puede ver en: “Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaba por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo.”^[2]. En esta cita se puede ver que la historia tiene lugar hace muchos años, donde todo era nuevo, en una aldea llamada Macondo, lo que no muestra ningún elemento fantástico. Otro episodio donde podemos revelar la presencia de un mundo realista y cotidiano es “(…) reveló su descubrimiento: -la tierra es redonda como una naranja (…) Exaltó en público la inteligencia de aquel hombre que por pura especulación astronómica había construido una teoría ya comprobada en la práctica, aunque desconocida hasta entonces en Macondo.”^[3]. Aquí podemos ver simplemente la curiosidad de José Arcadio por descubrir lo desconocido para su pueblo, mostrándonos un hecho verídico como lo es el descubrimiento de la forma de la tierra, nuevamente hechos que no presentan nada fantástico e incluso, nos dan un dato que nosotros como lectores podemos ratificar en nuestro propio mundo.

Un segundo episodio que demuestra que la novela cien años de soledad está escrita según la corriente literaria del realismo mágico, son las apariciones y conversaciones con personas muertas, elemento fantástico, pues en la realidad no es posible entablar una conversación con alguien que falleció y menos aún, actuar de manera natural al encontrarse o ver a una persona que sabemos que ya no está viva. Esto se ve en varios acontecimientos de la novela, a medida que los personajes mueren, siguen estando presentes en la historia teniendo charlas con otros personajes vivos, siendo esto último algo cotidiano en su contexto, lo que es característico del realismo mágico, cuando lo mágico o fantástico irrumpe en la realidad no se pierde la verosimilitud de la historia. Podemos ver el elemento fantástico de muertos hablando con vivos en: “(…) Prudencio Aguilar lo esperaba. No tuvo tiempo de defenderse. La lanza de José Arcadio Buendía, arrojada con la fuerza de un toro y con la misma dirección certera con que el primer Aureliano Buendía exterminó a los tigres de la región, le atravesó la garganta. Esa noche, mientras se velaba el cadáver (…)” y en “Úrsula salió a tomar agua al patio y vio a Prudencio Aguilar junto a la tinaja (…) –vete al carajo- le gritó José Arcadio Buendía-. Cuantas veces regreses volveré a matarte.”^[4] Aquí podemos comprobar que Prudencio murió y luego se le aparece a Úrsula y a José Arcadio. Hay muchos episodios como este a lo largo del libro por ejemplo “Una mañana encontró a Úrsula llorando bajo el castaño, en las rodillas de su esposo muerto.”(página 291), “saluda a tu padre, le dijo Úrsula (…), -¿qué dice?- preguntó. –Está muy triste- contestó Úrsula- porque cree que te vas a morir.”^[5] Donde Úrsula tiene una conversación con su difunto marido y le cuenta al Coronel Aureliano Buendía, quien la vio sobre las rodillas de este, lo que su padre le dijo.

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