Ensayo del libro el valor de educar de fernando savater

Nacemos para ser humanos, no únicamente para ser seres vivos, esto es, nacemos para la humanidad, por lo que llegar a ser humano es un arte. La distinción entre un ser humano y un simple ser vivo (como por ejemplo, un animal) radica en la distinción no solamente física y mental, sino entre lo orgánico y lo social. El ser humano no nace sabiendo, su conocimiento y su aprendizaje lo va adquiriendo a lo largo de la vida, en el entorno de una comunidad social, a través de una figura llamada maestro. El autor define al ser humano como “la vocación de compartir lo que ya sabemos entre todos, enseñando a los recién llegados al grupo cuanto deben conocer para hacerse socialmente válidos”.

La idea fundamental de la educación es transmitir el conocimiento adquirido, del hecho de enseñar a nuestros semejantes y de aprender de nuestros semejantes es más importante para el establecimiento de nuestra humanidad que cualquiera de los conocimientos concretos que así se perpetúan o transmiten. Pero mucho tienen que ver los mecanismos y la capacidad que tiene el educador de transmitir dichos conocimientos.

Los seres humanos aprendemos a través del conocimiento adquirido, experimentado o descubriendo, lo que mucho depende del momento histórico en que se viva. En consecuencia, la enseñanza está ligada al tiempo, lo que aporta una memoria colectiva elaborada la cuya función principal es ser transmitida. Es verdad que cualquiera puede enseñar cualquier cosa, pero no cualquiera es capaz de enseñar algo y que a su vez esto sea aprendido, la distinción consiste en la capacidad y en las habilidades de hacerlo, lo importante es enseñar a aprender.

Hay que tomar en cuenta que el primer enlace de un niño con el aprendizaje es en el entorno familiar a lo que el autor denomina “socialización primaria”, la cual funciona por vía del ejemplo, de la imitación; la segunda etapa de la educación se aprende en la escuela, denominada “socialización secundaria”, que mucho depende de la primera. Hoy en día esta función de educar en el entorno familiar no cumple con este objetivo y se traslada, erróneamente esta responsabilidad a la escuela. Esto se deriva de que cada vez hay menos niños en casa con un adulto, una figura de autoridad, debido a que muchos padres, por la necesidad de trabajar están ausentes y el aprendizaje del menor queda limitado; muchos estudiosos asocian esta falta de autoridad con la delincuencia juvenil y la perdida destructiva de modelos de autoestima.

Otro factor que influye a la mala educación en la familia es la televisión, ya que al estar ausente el padre (madre) en el entorno familiar, por el trabajo (como ya se dijo) o diversas ocupaciones, el niño queda a expensas de lo que puede aprender de ella. Es aquí donde la labor de la escuela se complica, pues tiene que encargarse de la socialización primaria y secundaria, y claro, con este papel adoptado por la escuela los niños se educan con lo que aprenden en la escuela y no como lo  hubieran querido sus padres.

Las escuelas adoptan un papel de aprendizaje cuya enseñanza debería ser inculcada en el entorno familiar como lo es la ética, religión, educación sexual, drogas y violencia. La ética tendría que ser una cuestión universal para todos, no variable, no cambiante de una persona, o por lo menos no debería, en cambio la religión es cosa de unos cuantos, es una opción privada que el estado no debe asumir. Respecto de la educación sexual, es difícil discernir cuándo se debe comenzar a educar en las escuelas ya que la televisión hace que esta se inicie de manera temprana en los niños y con una connotación no precisamente buena, sino desvirtuada de la realidad. En cuanto a la drogadicción, en la escuela solo se pueden enseñar los usos responsables de la libertad, pero es insuficiente abarcar las consecuencias que ese uso responsable conlleva, estos valores son responsabilidad de los padres. La violencia es un componente humano tan antiguo como la armonía, ha reivindicado a pueblos enteros a partir de injusticias, pero hoy en día adquiere otra connotación que es necesario aclarar en casa.

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