Ensayo maestria del amor
Enviado por ANGELA2785 • 31 de Julio de 2015 • Ensayo • 1.343 Palabras (6 Páginas) • 576 Visitas
ENSAYO SOBRE EL LIBRO LA MAESTRIA DEL AMOR
INTRODUCCION
En este libro el autor muestra cómo podemos mejorar nuestras relaciones interpersonales y la relación con nosotros mismos, encontrar la felicidad en nuestro interior como resultado de nuestro amor y a darnos cuenta que nadie puede hacernos felices más que nosotros mismos.
El libro inicia con la historia del maestro que hablaba a las personas sobre el amor, un hombre lo invita a su casa pensando que este no aceptaría porque vivía muy ocupado, pero el maestro acepta la invitación. El hombre feliz de que el maestro aceptara su invitación prepara todo para recibirlo, primero llegó una anciana con hambre y el hombre le dio de comer, luego un forastero con sed y el hombre le dio de beber y más tarde un niño con frio y el hombre lo vistió con ropas. El hombre se sintió decepcionado porque creía que el maestro nunca había llegado.
Esa noche mientras dormía soñó que el maestro lo visitaba, y decía “ha venido maestro, ha mantenido su palabra”. Y él maestro le contesto, sí he venido pero estuve aquí antes, estaba hambriento y me diste de comer, estuve sediento y me ofreciste vino, tuve frio y me cubriste con tus ropas. Todo lo que haces por los demás lo haces por mí.
Cuando ayudamos a los demás estamos ofreciendo nuestro amor al maestro, Dios es el maestro y es un Dios de amor.
LA MAESTRIA DEL AMOR
Todos los seres humanos somos maestros porque todos tenemos el poder de crear, somos creadores de nuestra propia realidad y de nosotros mismos, nos pasamos la vida practicando para ser lo que somos, luego lo hacemos tan bien que nos convertimos en maestros de lo que creemos que somos y así creamos nuestra personalidad.
El ser humano nace sano, con los años empiezan aparecer heridas en el cuerpo emocional infectadas con veneno emocional, la raíz de estas heridas es el miedo, una enfermedad de la mente humana, el miedo lo manifestamos a través de emociones como el enfado, envidia, tristeza, etc. En general de todas las emociones que nos provocan sufrimiento.
Se nos enseña desde niños lo correcto e incorrecto, cuando hacemos algo bueno recibimos recompensa y cuando hacemos algo malo un castigo, de esta manera somos domesticados. Por ello cuando crecemos tememos a que nos castiguen, a no recibir la recompensa, no ser lo bastante buenos para ser aceptados. Entonces nace el miedo a ser rechazados, y empezamos a crear diferentes imágenes de nosotros mismos según lo que los demás quieren que seamos, es por ello, que muchas veces no nos comportamos igual con todas las personas.
Porque aparecen estos miedos y empezamos a crear estas imágenes, porque somos seres que reaccionamos a ciertos estímulos a través del cuerpo emocional. El libro habla de la perdida de la inocencia y nos da varios ejemplos de la experiencia de niños, seguro si hacemos memoria vamos encontrar experiencias personales de cuando éramos niños que nos causaron heridas emocionales infectadas con veneno emocional que ahora nos hacen reaccionar con miedo, rabia o tristeza ante alguna circunstancia.
El autor cuenta la historia del hombre que no creía en el amor, un hombre que decía que el amor no existe, basado en una gran cantidad de investigaciones que había hecho. El decía que el amor no era más que un invento de los poetas, que las relaciones eran como un adicto a las drogas, una de las dos partes era la adicta (la más dependiente) y la otra quien suministraba la droga (la menos dependiente), la persona menos dependiente controla la relación y la más dependiente se rinde ante ella.
Un día este hombre conoció una mujer que tampoco creía en el amor, se hicieron buenos amigos y luego terminaron amándose. Un día el decidió depositar su felicidad en manos de ella, ella sintió miedo y se cayó de sus manos y se rompió.
La moraleja de esta historia es que la felicidad viene de nuestro interior y es el resultado de nuestro amor, no podemos hacer responsable de nuestra felicidad a otra persona porque tarde o temprano la romperá. Somos los únicos responsables de nuestra propia felicidad.
...