Ensayo piense y hagase rico

Introducción

“Todo aquello que la mente humana pueda concebir y creer puede alcanzarse”. El libro “Piense y hágase rico” de Napoleón Hill es un libro de autosuperación personal que se basa en que la riqueza y la realización personal están al alcance de cualquier persona que así lo desee. En cada capítulo del libro, se habla del secreto que se presume ha hecho ricos a muchos personajes importantes como Henry Ford, Thomas A. Edison, Dr. Alexander Graham Bell, John D. Rockefeller, entre muchos otros.

Este secreto llegó a Napoleón Hill cuando aún era un niño a través de Andrew Carnegie, un viejo escocés. Durante el primer capítulo, el autor nos deja en claro que todo aquello que queramos lograr debemos visualizarlo primero en nuestra mente. “Cuando uno esta realmente preparado para algo, ese algo aparece”. Debemos estar preparados para aprovechar las oportunidades que se nos presenten, aún cuando estas no se presenten de la forma en que esperábamos. Los 13 capítulos que siguen hablan sobre cada uno de los pasos necesarios para lograr alcanzar nuestra meta. El autor resalta que dichos pasos no sólo se aplican para metas directamente relacionadas con el dinero, sino también metas espirituales, sociales o que no tengan como primer propósito la obtención de dinero. Cada uno de los capítulos es descrito a través de historias de otras personas que pusieron en práctica el secreto.

Y finalmente en el capítulo 15, “Los seis fantasmas del temor”, Napoleón Hill nos expone que para lograr hacer realidad nuestros deseos es necesario deshacernos de tres cosas: la indecisión, la duda y el temor. Y nos habla de los seis miedos básicos del hombre y como deshacerse de ellos.

Desarrollo

Desde el primer capítulo “Los pensamientos son cosas”, Napoleón Hill nos deja en claro que todo aquello que pensamos es lo que veremos reflejado en nuestra vida. Por ello, nuestros pensamientos deben ser precisos y bien definidos, debemos estar seguros de lo que queremos y no ceder hasta conseguirlo. Una de las causas más comunes del fracaso es el hábito del ser humano de abandonar las cosas cuando algo se pone difícil. Antes de alcanzar el éxito, dice Napoleón, es seguro que se encontrará con muchas frustraciones temporales, y tal vez con algún fracaso. Cuando esto ocurre lo más lógico es abandonar, y es lo que la mayoría hace, sin embargo, el autor nos invita a ser perseverantes y seguir insistiendo, el fracaso suele ocurrir cuando estamos más cerca de conseguir el éxito, es cuestión de seguir empujando, seguir cavando, seguir insistiendo.

El autor dice que debemos estar dispuestos a jugarnos todo con tal de cumplir nuestro objetivo y para ello debemos sacar de nuestra mente la palabra imposible; ya que todo lo que cruza por nuestra mente se ve reflejado.

El primer paso hacia la riqueza es el deseo, este debe ser definido, debemos saber que es lo que queremos exactamente y debemos colocar todo nuestro empeño, voluntad, esfuerzo y energía en llevarlo a cabo. Querer dinero no basta para acumular riquezas, no se obtiene nada a cambio de nada. Debemos estar dispuestos a dar algo a cambio para recibir riquezas, no basta entonces con desearlo, debemos hacerlo de tal forma que se convierta en una obsesión y planificar formas y medios para adquirirla, de tal forma que no se acepte el fracaso; debemos empeñarnos en que, de un momento a otro, nuestras acciones lograran la adquisición de riquezas.

El segundo paso hacía la riqueza es la fe y el tercer paso la autosugestión. Se podría decir que estos pasos van tomados de la mano, algo primordial para realizar nuestro objetivo es tener fe en nosotros mismos y fe en que podemos realizarlo. “La fe es el elixir eterno que da vida, poder y acción al impulso del pensamiento”. La fe se puede incrementar a voluntad, es cuestión de repetirnos cada día que somos capaces de lograr nuestro objetivo; cualquier impulso que sea repetidamente encauzado hacia el subconsciente resulta aceptado e influye en el subconsciente, y este a su vez, se traduce en su equivalente físico. Al final, uno cree cualquier cosa que se repita a sí mismo, sea verdad o mentira. Es importante tomar en cuenta que el subconsciente no distingue entre afirmaciones positivas y negativas, simplemente toma lo que piensas y lo traduce en algo real. Por eso es importante alejar los pensamientos negativos e improductivos de nuestra mente, y permitir que los positivos dominen y permanezcan en la mente consciente. Nuestro subconsciente solo reconoce y actúa con aquellos pensamientos que van acompañados de emoción y de sentimiento. Las palabras indiferentes, dichas sin emoción, no influyen en el subconsciente. Es necesario creer que nuestro objetivo es ya un hecho, afirmarlo con convicción, verse a uno mismo en posesión del dinero. Debemos dejar de lado el escepticismo y comenzar a tener fe en que nuestro objetivo esta por realizarse.

El cuarto paso hacia la riqueza es el conocimiento especializado, el quinto la imaginación y el sexto la planificación organizada. El conocimiento no atraerá el dinero, a menos que este organizado e inteligentemente dirigido mediante planes prácticos de acción, para el objetivo preciso de la acumulación de dinero. Antes de estar seguros que nuestro deseo se puede transformar en riquezas es necesario obtener conocimiento especializados sobre el medio con el cuál se obtendrá dicha riqueza, ya sea un servicio o un producto. No es necesario tener un alto grado de escolarización o conocimientos generales, sino conocimientos especializados sobre lo que se va a trabajar específicamente. Thomas A. Edison tuvo solo tres meses de escolarización durante toda su vida. No le faltó educación, ni murió pobre. Henry Ford no llegó al sexto año de la escuela primaria, pero se las arregló muy bien en el plano económico. El conocimiento es solo poder en potencia, únicamente se convierte en poder si esta organizado en planes definidos de acción y dirigido hacia un objetivo determinado.  

Es importante reconocer entonces, que ningún individuo tiene suficiente experiencia, educación, capacidad y conocimientos para garantizar la acumulación de riquezas sin la cooperación de otras personas. Rodéese de tantas personas como necesite para la creación y ejecución de su plan, cree un equipo de trabajo y decida si quiere ser un líder o esta dispuesto a ser sólo un seguidor. Si su primer plan fracasa, pruebe otro, hasta que encuentre un plan que de resultado. Un fracaso indica que los planes no eran buenos. Haga otros. Vuelva a empezar todo de nuevo. Por otro lado, este pendiente en adecuar la calidad y cantidad del servicio que presta, así como el espíritu o la conducta con que usted preste el servicio; esto último es probablemente el factor más importante de determinación relacionado tanto con la remuneración que usted recibe como con la duración de su empleo.

...