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¿Existe una relación entre las decisiones que tomó el personaje principal de la obra teatral “Fausto” y el tiempo desaprovechado en el trascurso de su vida?


Enviado por   •  19 de Mayo de 2018  •  Ensayo  •  1.632 Palabras (7 Páginas)  •  204 Visitas

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Fausto

Estímulo:

¿Existe una relación entre las decisiones que tomó el personaje principal de la obra teatral “Fausto” y el tiempo desaprovechado en el trascurso de su vida?

Título:

El deseo de poder regresar el tiempo en la vida de Fausto.

El tiempo es un factor muy decisivo en la vida de cada una de las personas, puesto que, cuando trascurre no existe la manera de poder detenerlo ni de retornarlo. Para muchos individuos es un elemento que no contiene gran importancia, porque idealizan el hecho de que pueden poseerlo en gran medida (concepto totalmente erróneo) y hacer posteriormente lo que tenían previsto realizar. Cada momento que trascurre durante nuestra vida puede considerarse de 2 maneras: desperdiciado y malgastado o  aprendido y disfrutado. Sin embargo, ¿Que sucede cuando a través del tiempo hemos aprendido pero no hemos disfrutado? O por el contario ¿Qué ocurre cuando lo hemos desperdiciado pero en el trascurso de ese periodo hemos vivido al máximo? Indagar en las posibles respuestas nos lleva a que haya una reflexión de lo que hemos hecho durante el curso de nuestra propia vida y finalmente, podemos llegar a tener una confusión y combinación de ambas premisas. No obstante, las sugestiones más controversiales y complejas en deliberar son las consecuencias que traen tales hechos, las malas decisiones que se toman con el inconsciente objetivo de poder enmendar lo sucedido y sobretodo el deseo de reanudar factores imposibles para escapar de la realidad. Por esta razón, precederemos a realizar un análisis completo de la obra literaria “Fausto” escrita por el dramaturgo y novelista Johann Wolfgang Von Goethe y efectuar una crítica equilibrada a su personaje principal, respondiendo asimismo a las interrogantes antes planteadas.

Fausto es un libro proveniente de Alemania, el cual corresponde al Género Dramático Teatral y tiene en su estructura 2 divisiones; la primera parte (Fausto I) es publicada en el año de 1808 y la segunda (Fausto II) en el año de 1832. Esta obra tiene una gran influencia debido al mensaje y la crítica que Goethe profesa e incluso fue considera como un clásico de la Literatura Universal. Este autor relata la historia de un hombre que es considerado “sabio” puesto que, en la sucesión de su vida ha estado en un constante aprendizaje y en una búsqueda interminable del conocimiento absoluto. Es amante a la ciencia y cree poder encontrar respuestas a todas las ambigüedades presentes en el mundo, pero cuando no las consigue es predominado por la frustración. Este acontecimiento desencadena la reflexión de Fausto de no estar viviendo verdaderamente su existencia, porque desde su juventud no ha sentido los auténticos placeres de la vida, es por ello que emprende a la búsqueda de las delectaciones sensoriales sin poder encontrarlas ni en la ciencia, ni en el amor. Este autor trata de plasmar lo aberrante que es poseer conocimientos en distintas áreas pero no sentir una felicidad plena y aunque transite el tiempo no se haya podido llenar las expectativas que normalmente se tiene de la vida. Del mismo modo, lo decepcionante que puede causar darse cuente de lo sucedido y también la desesperación de querer hacer algo al respecto. La obra da inicio con una mención de Fausto a los recuerdos del pasado para poder darle a entender al poeta que había desperdiciado su vida en un estudio infértil en la adquisición de sabidurías, y de este modo no haber seguido las aventuras de la juventud.  

Esta afirmación se puede ver evidenciada en sus propias palabras:

Fausto: ¡Ay de mí! Con laborioso ardor he estudiado la filosofía, la jurisprudencia, la medicina y también la teología, e, ¡insensato de mí!, al presente soy tan ignorante como si nada hubiese aprendido. Bien, es verdad que me título maestro, doctor, y que hace unos diez años enseño a mis discípulos muy distintas materias. ¡Convencido estoy de que nada podemos saber…! ¡Esto consume mi corazón! En realidad, sé un poco más que los necios, los doctores, los maestros, los clérigos y los monjes; ni crepúsculo ni duda de clase alguna me mortifica; ni el diablo ni el infierno me amedrentan: pero gracias a esto, tampoco disfruto de placer alguno; conozco que nada sé de bueno; comprendo que mis doctrinas no son bastantes sólidas para hacer mejores y para convertir a los hombres; carezco de bienes, de dinero, de dicha y de crédito en el mundo; un perro, de fijo, que a este precio no quisiera la vida. (…)[1]

        En este fragmento se puede comprobar que este personaje tenía un desprecio hacia su subsistencia por no haber disfrutado de las aventuras que se viven a en cada etapa de nuestra vida. Él afirma que tiene más conocimientos en diversas materias que las mismas personas especializadas en estas. También señala que este suceso le duele, que le consume el corazón y que tiene claro que sus sabidurías no pueden cambiar a los hombres ni al mundo. Sin embargo, él puede percatarse que todo ese conocimiento que poseía era en vano, es por ello que su decepción incremente, y hasta dice que ni un perro desearía su vida. Darse cuenta de esta reflexión lo llevó a tomar decisiones erróneas que trajeron consecuencias severas para él y para las personas a su alrededor. Su único amor había sido la ciencia para poder entender a la sociedad que lo rodeaba, pero fue esta misma quien lo llevó a la perdición, a desconocerse totalmente, a no ser capaz de separar el bien con el mal, porque no existe un hombre en la tierra capaz de soportar el arrepentimiento de querer volver a hacer algo que ya no puede.

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