Fernando savater.

Evidente es el hecho de leer el aviso antipedagógico y querer seguir leyendo el libro, ya sea por curiosidad, por interés, o rebeldía. Sí, ¡rebeldía! Porque también es claro que “ética para amador” por su lenguaje es un libro escrito para jóvenes adolescentes en especial para Amador su hijo, y la mayoría de jóvenes adolescentes son caracterizados por ser rebeldes; y si tú le dices a un rebelde la palabra “NO” despertaras su curiosidad para buscar el “SI” y es lo que hace nuestro autor en este aviso lleno de negativas, despertar la curiosidad, incitarnos a leerlo.

Lo que busca el autor es que nos detengamos un momento a pensar y a reflexionar sobre lo que estamos haciendo, pero sobre todo como lo estamos haciendo; pensar adecuadamente sobre nuestra forma de actuar, para aprender a vivir de la mejor manera, tomando decisiones que nos permitan lograr nuestros objetivos como seres humanos.

Para lograr esto primero tendríamos que analizar en cada acción que es lo que nos conviene o no, lo que para nosotros es bueno, después de esto surgirán una serie de respuestas, aquí es donde tendremos que prestar mayor atención: tener la capacidad de elegir la mejor opción. Ya que podríamos elegir de manera automática o por instinto, pero lo mejor será analizar las circunstancias y porque no, detenernos a pensar en el futuro.

Y de aquí surge el concepto de libertad, algo que llevamos con nosotros todos los días, el poder de decidir, elegir una opción o la otra, el no dejarnos llevar por nuestras costumbres, por nuestros caprichos o por órdenes que nos son dadas. Hacer lo que queramos y lo que mejor nos convenga, para así llevar una buena vida. ¿Pero que es una buena vida? Esto dependerá de cada persona, porque no todos pensamos, ni consideramos las cosas de igual manera. Pero en general, la buena vida será aquella que nos guie a lo que queremos sin hacer daño a otros.

Porque eso también es muy importante para una buena vida, tener armonía con los demás seres humanos, ya que el ser humano por naturaleza es sociable, necesitamos de los demás, relacionarnos con ellos para así comportarnos humanamente. Tratar a los demás como semejantes, poniéndonos en su lugar y pensar que podríamos ser nosotros, esto no significa que debamos darle la razón, pero nos ayudara en nuestro actuar

Para lograr esa buena vida, uno debe ser egoísta, para mejorar los propios intereses sin  fastidiar a los demás ni sentirse culpable ni avergonzado. No se debe avergonzar uno por las malas cosas que se tienen sin haberlas buscado, nos debemos arrepentir de aquellas que suceden por nuestras malas acciones, tener conciencia de lo que hacemos, Debemos ser responsables de nuestra libertad de decisión y no traicionarnos a nosotros mismos.

Aunque los hombres somos semejantes no significa que todos debamos ser tratados de la misma manera, ya que todos tenemos gustos diferentes y estos deben ser respetados, se debe tratar con justicia, tener la habilidad para entender lo que nuestros semejantes pueden esperar de nosotros

Otro punto importante que hay que mencionar es el placer, siempre los tabúes acerca de este nos limitan al actuar, al sentir y al gozar; hay que hacer uso del placer sin abusar, saber cuándo llegamos al límite, cuando en vez de beneficiarnos nos perjudica, siempre actuando sin dañar a los demás, sin quebrantar las leyes que están establecidas, sin juzgar al prójimo, considerando que también es humano y comete errores.

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