Fragmento de "la Casa de los espíritus" Isabel Allende

Las maneras que estimulan nuestra imaginación o la imaginación del lector que nos permite formar nuestra imagen única es la táctica más efectiva para llamar la atención a las emociones cuando leemos un cuento. En el fragmento titulado La casa de los espíritus, Isabel Allende nos enseña en ciertos modos que representaciones de la muerte son estilos definitivos que utiliza ella para evocar emociones. Hay veces que sí es necesario decir que algo pasó en palabras en vez de sólo insinuar el acontecimiento pero Allende reconoce cuando las diferencias en expresar esto es esencial para dar al lector lo más de un cuento. Allende extensamente práctica la técnica de usar imágenes de la muerte en este fragmento y lo hace por medio de los comportamientos de los animales. Esta idea se encuentra en los presagios y las pesadillas de Clara, en la enumeración caótica de los listados de imágenes del terremoto y también tras la desgracia del terremoto. En el fragmento de Allende se encuentra la representación y la iminencia de la muerte en varias imágenes del comportamiento de los animales con los modos subliminales de la muerte que evoca al lector sentimientos de inquietud, horror, sufrimiento y una perdición inminente.

La delineación de la muerte en el fragmento de Allende está presentada en los presagios y las pesadillas de Clara por el uso de animales. Allende menciona que Clara ve “signos premonitorios en el comportanmiento de las bestias” (26). Ella dice que las vacas andaban espantadas, los peros aúllaban a la muerte y salieron las ratas. Allende aumenta a los sentidos de pánica cuando dice que hasta las arañas y los gusanos salen de sus escondrijos. El lector tiene una ilustración vívida en la mente de la escena cáotica y el suspenso empieza a crecer. Sigue Allende con los pájaros que abandonan a sus nidos, se alejan en bandadas y dejan los pichones a gritar de hambre en los árboles. Sabemos con esto que la muerte está escondida en las sombras del cuento y viene sigilosamente con furio. Estos patrones del comportamiento de los animales significan que la muerte llegará de una manera terrible porque es entendido que los animales ven cosas antes de que la gente las ve. Otra vez, la muerte merodea y sabemos que algo no está bien. Se resume la premonición y la idea de la muerte se hace segura cuando Clara dice que “habría diez mil muertos” (27). En la pesadilla apocalíptica de Clara, ella ve los caballos reventados. Decir “los caballos reventados” es particularmente importante porque conduce el lector a pensar qué fue la causa del agotamiento de los caballos que los llevó al punto de muerte.

Las imágenes de los efectos y la destrución del terremoto nos comunican la idea de la muerte inminante por uso de los animales. Comienza el terremoto y Allende empieza a delínear la destrucción. En esté momento del cuento la gravedad de la situación está evidente porque ya no es una imágen o presagio pero es una realedad. Allende dice que los gallineros se sumergieron en una enorme grieta donde se abrió la tierra por el derrumbe. También parte de los establos están consumidos por la grieta. Cuando el estanque de agua se cayó, Allende escribe que las “gallinas

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