GUIÓN DEL TEATRO
Enviado por dhaf • 28 de Mayo de 2015 • Trabajo • 465 Palabras (2 Páginas) • 335 Visitas
INTRODUCCIÓN
Nuestro grupo, Sin Relleno, hemos realizado el teatro sobre el tradicional cuento de La Cenicienta. Aunque no ha sido tan tradicional, pues algunos aspectos, tales como la música y el baile, han sido un tanto modernizados.
Hemos decidido escoger este cuento para representarlo porque era el cuento favorito de la mayoría de nosotras cuando eramos pequeñas.
REPARTO DE LOS PERSONAJES
Narrador: Ester Castillo.
Cenicienta: Esther Beasoain de Paulorena.
Principe: Saioa De Luis.
Madrastra: Olga Boldoba.
Hada madrina: Olaya De la Iglesia.
GUIÓN DEL TEATRO
Erase una vez una joven muy bella que no tenía padres, sino madrastra, una viuda impertinente con dos hijas, a cual más fea.
Era ella quien hacía los trabajos más duros de la casa. Y como sus vestidos estaban siempre machados de ceniza, la llamaban Cenicienta. (Aparece Cenicienta limpiando)
Un día el rey de aquel país anunció.
Rey: Atención a todos los ciudadanos del pueblo, voy a dar una gran fiesta en mi palacio a la cual están invitadas todas las jóvenes del pueblo.
Al escuchar el anuncio, la madrastra dijo a Cenicienta:
Madrastra: Tú Cenicienta, no irás al baile. Te quedarás en casa limpiando y preparando la cenca para cuando volvamos.
Llegó el día del baile y Cenicienta, desolada, vio por la ventana cómo su madre y sus hermanastras se dirigían hacia el palacio.
Cuando se quedó sola, no pudo reprimir sus sollozos.
Cenicienta: ¿Por qué seré tan desgraciada? ¿Por qué a mí?
De pronto apareció su Hada Madrina y le dijo:
Hada: No te preocupes. Tú también podrás ir al baile… pero con una condición, que cuando el reloj de Palacio dé las 12 campanadas tendrás que regresar a casa sin falta.
Y tocándola con su barita mágica la convirtió en una hermosa joven.
La llegada de Cenicienta a Palacio causó una gran admiración. Al entrar en la sala de baile, el Rey se quedó prendado de su belleza………… Y bailó con ella toda la noche. (Bailan)
En medio de tanta felicidad Cenicienta oyó sonar las 12 campanadas.
Cenicienta: ¡Oh, Dios mío! ¡Tengo que irme!
Rápidamente atravesó el salón y se marchó de Palacio perdiendo en su huida un zapato. El Rey lo recogió asombrado. Se quedó pensativo e ideó un plan para encontrar a la bella joven.
Rey: Me casaré con aquella que pueda calzarse este zapato.
Así el Rey recorrió todo el Reino. Las doncellas se lo probaban en vano, pues no había ni a una que le fuera bien el zapato. Finalmente llegaron a casa de Cenicienta. Abrió la madrastra.
Madrastra: Hola, ¿qué desea?
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