HACIA UN "VERDADERO DESARROLLO SOSTENIBLE"
Enviado por pipepapi • 30 de Octubre de 2013 • 1.382 Palabras (6 Páginas) • 338 Visitas
HACIA UN “VERDADERO DESARROLLO SOSTENIBLE”
Muchas personas expresan conceptos sobre el desarrollo sostenible, intentando decir o comunicar al mundo la inconformidad que tienen al ver como todos estamos viendo que las comunidades escuchan sobre el tema y muchos no le prestan atención y otros lo mal entienden y lo toman como una manera de hacer política para beneficio personal. El desarrollo sostenible aquél desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones. Intuitivamente una actividad sostenible es aquélla que se puede mantener. Por ejemplo, cortar árboles de un bosque asegurando la repoblación es una actividad sostenible. Por contra, consumir petróleo no es sostenible con los conocimientos actuales, ya que no se conoce ningún sistema para crear petróleo a partir de la biomasa, ya que este recurso es no renovable. Hoy sabemos que una buena parte de las actividades humanas no son sostenibles a medio y largo plazo tal y como hoy están planteadas. Esto conlleva a que por todos lados se escuche hablar de desarrollo sostenible, como un tema que alberga distintas disciplinas y que nos involucra a todos. La incapacidad de la especie humana para vivir en armonía con el planeta, la gran interacción entre el hombre y el sistema natural, son los grandes problemas medioambientales de hoy. Hasta nuestros días, ninguna especie, excepto el hombre, ha conseguido modificar tan substancialmente, en tan poco tiempo, las características propias del planeta, es por eso que actualmente se habla de solidaridad global, la cual es muy difícil de conseguir por la falta de cooperación de muchos países, en su mayoría los desarrollados que no ven viable la utilización y puesta en práctica de este concepto en términos económicos. Tanto se ha utilizado este término, que su verdadero sentido ha quedado bastante diluido. Digamos que ha ido perdiendo su esencia.
Larga es la lista de los usuarios (muchos por conveniencia) que han recurrido a su uso. Unos para vender más y mejor sus productos y servicios. Otros para ganar buena imagen política y/o social, etc. En fin, la lista de usuarios, como todos sabemos, se haría interminable. Aunque los ciudadanos en general desean un mundo mejor y consumir racional y responsablemente, cuando llega la hora de materializar dicho consumo ya no se es tan consecuente con esta idea anterior y se piensa que hay margen para empezar haciéndolo después, y que ya serían otros los que empiecen dicho camino . O bien hay quien piensa que la oferta de productos y servicios al día de hoy es ecológica y se puede consumir sin ningún tipo de inquietud o preocupación. Pocos son los que verdaderamente creen que no se está haciendo lo suficiente para entregar a nuestros herederos un mundo mejor.
Es un grave error pensar que todo va a poder seguir siendo igual por mucho tiempo. Seguramente el problema lo viviremos antes incluso de lo que pensamos, pues la demanda de energía y materias primas crece geométricamente y cada vez somos más los invitados al festín consumista y consecuentemente el impacto de este consumo es aún mayor. No quiero decir que no se pueda y deba consumir ¡claro que sí! Esto es posible dentro del marco de una sociedad que actúe dentro de las leyes de un verdadero desarrollo sostenible. No es una utopía, es posible vivir igual o mejor que lo hacemos hoy sin impactar tanto en el medio ambiente y agotar las existencias de materias primas. El ciudadano tiene un importante papel que jugar a la hora de consumir exigiendo productos y servicios que en su proceso de generación hayan sido respetuosos con el medio ambiente y procedan de un reciclaje y reaprovechamiento. Esta idea anterior es para mi el elemento fundamental para que se produzca la verdadera revolución del desarrollo sostenible. Como todas las grandes revoluciones el origen está en el pueblo. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para aportar un granito de arena y mover alguna conciencia social para continuar ese camino, sobre el que no existe alternativa, de cambiar esta tendencia que nos lleva a un abismo sin salida. Es cierto que mucho se ha legislado y se legisla para propiciar un desarrollo sostenible que todas las administraciones ambientales se esfuerzan con todos sus medios (no siempre los suficientes) para conseguir este objetivo. También es verdad que todos los profesionales ambientales nos sumamos a esta lucha con interés, esfuerzo, medios e imaginación.
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